El boletín alpaquero Miski Paqu (junio-julio 2008) en su página editorial menciona lo siguiente “Según explica Godoy Muñoz, presidente de la Sociedad Peruana de Alpacas y Llamas-SPAR, las muertes de alpacas podrían alcanzar este año cerca de 4% de los hatos alpaqueros, es decir, cerca de 40 mil animales. Cabe destacar que esta cifra no incluye las crías abortadas, que muchas veces no se registran”. De estas afirmaciones es necesario aclarar que la mortalidad a que se refiere el señor Muñoz – posiblemente – no se refiera al 4% del total de hatos alpaqueros. De ser así, la mortalidad – calculada por dicho productor – llegaría a más de 120 mil animales, algo nunca visto en esta especie doméstica. El porcentaje que menciona el señor Muñoz, saldría de un global de un millón de alpacas, que tal vez se refiera a las crías nacidas entre enero y marzo del presente año, que según la SPAR llegaría a esa cifra, que no comparto. De todas maneras es necesario que los editores de dicho boletín den datos fidedignos y no traten de sorprender a quienes no tienen conocimiento de la producción alpaquera, para luego solicitar el apoyo contra el “friaje”. Si la SPAR – que tiene sus asesores – quiere promover la crianza de la alpaca, tiene que tener funcionarios y asesores que vean lo que publican y corrijan los errores, no es posible que debido a que la gran mayoría de productores alpaqueros no tienen acceso a dicho boletín electrónico, presenten un boletín con los errores mencionados y los que en adelante me voy a ocupar.
El friaje es un fenómeno climático que se caracteriza por cambios bruscos de temperatura, en el día existe temperaturas muy altas entre 25° a 28° C, y en la madrugada nos encontramos con temperaturas muy bajas, de – 10° o – 20° C pudiendo ser aún menores. Estos cambios bruscos provocan enfermedades respiratorias agudas, que provocan la muerte rápida, enfermedades respiratorias crónicas, trastornos digestivos en animales que no son manejados en forma adecuada, pierden el apetito y mueren por procesos hipoglucémicos y anorexia. Los cobertizos deben adecuarse al manejo a que son sometidas las diferentes majadas, teniendo en cuenta la edad y el estado del animal. El fenómeno del friaje se está haciendo mucho más severo debido al cambio climático y el descontrol de las industrias en la emisión de gases invernadero y se acentúa entre los meses de mayo a agosto.
De acuerdo a lo que percibimos en los datos de dicho boletín, es deplorable la situación de los productores de fibra de alpaca, como manifiestan los responsables de dicho boletín “el precio al productor actualmente fluctúa entre S/. 6-7 por libra de fibra de buena calidad (baby alpaca). En comparación, en noviembre año pasado se llegaba a pagar S/.15 por libra de fibra de buena calidad en los centros de acopio. SPAR estima que para que los productores recuperen su inversión y obtengan una rentabilidad razonable, el precio debería bordear los S/.20”. Aquí debemos manifestar que los precios de la libra de la fibra de alpaca estuvieron alrededor de los cuarenta soles en el año 2000 y 900 dólares el kilo de la fibra de vicuña, es así como deben estar y mantenerse dichos precios. Para ello debemos de seguir políticas agrarias coherentes, especialmente con los productores altoandinos donde la pobreza afecta a más del 70% de la población, aquí debemos recordar que en promedio los productores alpaqueros tienen 60 cabezas de alpacas en promedio, con ello podrían tener ingresos de más de 8 mil soles al año si los precios de la fibra y la carne llegan a un valor adecuado para todos los productores, con ello podrían estar por encima de la línea de pobreza. Pero los precios varían y sólo una parte pequeña de la fibra de cada productor recibe los 6 o 7 soles, por lo cual no llegan a cubrir sus necesidades básicas. En lo referente a la carne que está por los 8 soles, el productor recibe por su animal de 50 a 55 kilos de peso entre 100 y 120 soles. Por lo tanto – señores de la SPAR y del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) – es necesario implementar un programa de organización y capacitación como punto de partida, para finalmente apoyarlos a implementar una empresa textil andina con capacidad de competir con las empresas textiles existentes, no hay otro camino. El financiamiento lo tienen a la mano, tienen a la Fundación Agriterra, a la Federación Internacional de Productores Agrarios y a OXFAM, aparte de otras organizaciones internacionales, que actualmente les están financiando diversos proyectos.
Los alpaqueros y vicuñeros han sufrido grandes decepciones con los funcionarios encargados de las entidades públicas y organismos privados que tenían y tienen la responsabilidad de conducir a los productores hacia su desarrollo económico y social. Se han perdido millones de dólares en la comercialización de la fibra de vicuña, en las exportaciones de miles de nuestras mejores alpacas y se sigue perdiendo en la venta de fibra de alpaca al no darle el valor agregado. Todo ello está favoreciendo a dos o tres empresas extranjeras, que subvalúan la fibra de nuestros camélidos, son intermediarios en la venta de nuestros mejores reproductores y apoyan a entidades públicas y privadas a fin de que las mismas mantengan todo como está. Por lo tanto será menester de los auténticos productores de Puno, Cusco, Arequipa, Abancay y Ayacucho organizarse a fin de obtener el aval del gobierno para dar inicio a una empresa textil andina, que es la única forma de erradicar la extrema pobreza de los altos andes.
Luego en el mismo boletín en su sección Panorama Nacional, los miembros del SPAR afirman “El Ministerio de Agricultura informó que entre enero y mayo de 2008, la producción de fibra de alpaca aumentó 2%, al pasar de 1 millón 664 mil toneladas en similar periodo del 2007 a 1 millón 667 mil toneladas este año. Por el contrario, la producción de alpaca cayó 1.45%, al pasar de 8 millones 876 mil toneladas a 8 millones 747 mil toneladas”. Aquí también es necesario que aclaren los datos proporcionados ya que como podemos ver en un informe del Ministerio de Agricultura en el año 2006 la producción de carne de alpaca alcanzó un volumen de 9,082 toneladas, algo más cercano a la realidad y no los millones de toneladas de carne que la SPAR y el Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) manifiestan en su informe.
También hemos revisado la página web de la SPAR y en su informe de volumen y precio de fibra, manifiestan “un aspecto positivo en la producción alpaquera este año fue que el volumen de fibra considerada de primera calidad –es decir la más delgada- aumentó su participación gracias a las buenas prácticas en los procesos de selección, categorización y procesamiento. Los volúmenes de la fibra de alpaca de mejor calidad pasaron de representar el 8% el año 2003 a un 9% ó 10% del total de fibra alpaquera en la actualidad, con una producción nacional de 6,400 toneladas métricas. Este año los precios promedio de fibra de alpaca bordearon S/. 8 por libra (420 gramos); pero la expectativa de los productores en general es que lleguen a S/. 8.5 ó S/. 9”. Ello nos hace pensar que existen serias contradicciones dentro de la SPAR, en el boletín mencionan que el precio debía bordear los S/.20.00 y en su página web mencionan que las expectativas de los productores en general es de que el precio por libra llegue a S/.8.50 o S/.9.00, en fin son problemas que tiene la organización, sus miembros, sus funcionarios y sus asesores.
Acerca de los precios desde hace décadas estos fluctúan de acuerdo a lo que quieren las dos o tres empresas textiles peruanas, lo que estima la SPAR queda sólo en eso. Lo que siempre he dicho y he hecho llegar al Ejecutivo y al Legislativo, es que para erradicar la pobreza de los altos andes es necesario que el Estado avale la implementación de una empresa textil andina, la cual puede estar localizada en Arequipa, por ser una ciudad que tiene puertos y aeropuerto por donde la exportación es viable para los países asiáticos, países oceánicos, el continente americano y Europa. Los productores vicuñeros y alpaqueros, deben organizarse convenientemente dejando de lado las organizaciones formadas en escritorio de burócratas, que en nada han ayudado al desarrollo de los camélidos; por el contrario tales organizaciones han favorecido el enriquecimiento de sus miembros vía exportación de sus mejores alpacas, favoreciendo a ciertas empresas en la licitación de la fibra de la vicuña, utilizando inadecuadamente el Registro Único de la Vicuña, favoreciendo a las empresas textiles con el apoyo a normas legales que han desorganizado la comercialización de la fibra de la vicuña y el no denunciar y erradicar la corrupción dentro del CONACS y hacerlo desaparecer favoreciendo a los que se han enriquecido a costa del trabajo de los productores altoandinos.
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