jueves, 30 de octubre de 2008

El futuro de los criadores de Camélidos en el Perú

ANTECEDENTES


Existen grandes desaciertos en las declaraciones de los dirigentes de algunas asociaciones de productores alpaqueros en relación a las poblaciones alpaqueras en Australia y Nueva Zelanda. Estos señores manifiestan que “en once años más llegarían a tener la misma población de alpacas que el Perú” y que incluso “nos aventajarían en ofrecer al mundo mejor calidad de fibra, gracias al apoyo tecnológico y los incentivos que allí brindan”. De acuerdo al crecimiento poblacional en explotaciones alpaqueras bien conducidas si esos países oceánicos que actualmente tienen alrededor de 60,000 cabezas de ganado camélido, en once años tendrían poblaciones con crecimientos de hasta el 40% en los dos primeros años para luego estabilizarse en crecimientos de 30% con tendencia a bajar, esto debido a que en los países oceánicos las tierras son utilizadas mayormente en ganadería y agricultura, aparte de una minería que se acoge a las leyes ambientales de dicha región. Sin embargo resulta bastante costoso dedicar las tierras – actualmente utilizadas en otras crianzas – a la crianza de los camélidos, establecer pasturas, tener agua con suficiencia y además se debe tener en cuenta las sacas anuales de machos no aptos para la reproducción, machos viejos, hembras no aptas para la reproducción, hembras “matacrías”, hembras viejas, enfermedades propias de dichos países como las parasitosis gastrointestinales, la ectoparasitosis, la hidatidosis y la distomatosis, siendo esta última enfermedad de alta mortalidad en las alpacas. Además existe la posibilidad que se puedan reproducir enfermedades que aún no han sido reportadas en nuestro país, por lo cual el avance tecnológico debe tener un avance más lento y seguro a fin de descartar la posibilidad de la presencia de epizootias severas. En el Perú – los productores y técnicos – debemos mirar hacia adentro y ver lo que podemos hacer con las especies camélidas y preocuparnos por las políticas agrarias, que nos están llevando al descalabro. Tengan la seguridad los productores que en once años otros países podrían llegar al medio millón de alpacas, pero si nosotros seguimos estancados y favoreciendo a empresas textiles nacionales y trasnacionales, empresas acopiadoras que intermedian entre dichas empresas y los productores, si seguimos contribuyendo a la exportación de nuestras mejores alpacas, en la cual se incluyen alpacas de la raza Suri y alpacas de color, lo cual está prohibido por las leyes existentes, las mismas que dejan una ventana abierta para que el ex-CONACS – y en el futuro las oficinas regionales que se creen – permita dichas exportaciones, si seguimos haciendo reuniones científicas que no resuelven la atomización de los productores – que es el principal problema por el que están estancados los alpaqueros – y sólo dirigen sus experiencias a un sector minoritario de empresas y fundos, seguiremos en un camino lleno de frustraciones y una pobreza que se profundiza entre los pequeños criadores de alpacas. Es inadmisible que en estos momentos de desorganización de los pequeños productores alpaqueros, se hable de mejoramiento genético, de trasplante de embriones y de inseminación artificial. Lo primordial para comenzar con dicha tecnología de punta es efectuar una organización de los pequeños productores alpaqueros, ello debe hacerse simultáneamente a la capacitación de los mismos en los temas que le permitan fortalecer sus organizaciones, conocer lo que deben realizar respecto al manejo de sus hatos alpaqueros,

Por lo tanto los productores organizados, los organismos no gubernamentales y los gobiernos locales y regionales deben liderar los cambios que necesita la crianza de nuestros camélidos sudamericanos domésticos, los dirigentes no sólo deben buscar excusas a las malas acciones desarrolladas y deben buscar soluciones a los problemas de la pobreza crítica de los productores alpaqueros y vicuñeros.

En medio de la pobreza existente en los altos andes, se debe seguir trabajando con alpacas y llamas en el mejoramiento de la fibra, se deben establecer granjas o módulos comunales que permitan el utilizar toda la tecnología existente y que actualmente se ha desperdiciado en programas y/o proyectos que no tienen metas y objetivos que solucionen los problemas existentes no existe otro camino. Por este motivo el Ejecutivo y el Legislativo deben preocuparse más por la implementación de estas empresas asociativas y no tratar de fragmentar las comunidades campesinas, ya que existen proyectos de ley que amenazan los derechos de propiedad de estas organizaciones sociales. Paralelamente debemos mirar a nuestros camélidos silvestres: vicuña y guanaco, estas especies – especialmente la vicuña – deben ser el gran futuro de las comunidades campesinas. Hoy – en la especie vicuña – tenemos un pobre crecimiento poblacional, el mismo bordea el 7% anual, a pesar de tener tasas de natalidad del 60%; la caza furtiva y el descuido que tienen los productores en la época de parición no esta permitiendo un crecimiento de al menos un 20%, que debe ser el inicio de un gran cambio en la cría de estas especies camélidas.

¿Qué debemos hacer? Para que nuestros camélidos domésticos y silvestres tengan un futuro promisorio se deben seguir los siguientes pasos:

 Las poblaciones campesinas de los altos andes de Perú y otros países andinos son las encargadas de la conservación, protección y manejo de los camélidos silvestres. Estas deben ser – primeramente – organizadas y capacitadas convenientemente con el fin de mejorar la administración de sus organizaciones, luego se debe proceder a mejorar la producción y productividad de los hatos de camélidos silvestres. En los últimos treinta años se han efectuado infinidad de cursos y foros nacionales e internacionales sobre el mejoramiento de nuestros camélidos; finalmente no se ha avanzado nada. Hasta hoy los dirigentes de las Asociaciones de Productores Alpaqueros, de la Sociedad Nacional de Criadores de Vicuña (SNV) y de las múltiples Asociaciones Regionales, han sido elegidas de acuerdo a la conveniencia de los grupos que trafican, acopian y comercializan la fibra de vicuña. Aquí las asociaciones y foros nacionales – que funcionan en Lima – deben indicar lo que están haciendo con fondos proporcionados por entidades internacionales, específicamente para el desarrollo de los productores alpaqueros y de los productores vicuñeros. Actualmente algunas de dichas organizaciones están en proceso de desintegración, debido a la alta corrupción existente. Por lo tanto en necesario iniciar un programa bien estructurado de fortalecimiento institucional, que organice a los productores y los capacite convenientemente para que los mismos tengan la capacidad de realizar todas las actividades que conduzcan sus rebaños hacia el desarrollo integral y con ello puedan – las poblaciones altoandinas – ser capaces de erradicar la pobreza crítica de sus regiones.

 Los productores conjuntamente con entidades de la sociedad civil y profesionales especializados deben preparar y entregar a las autoridades del ejecutivo y legislativo un proyecto de modificación de toda la normatividad legal, a fin de que la misma sea compatible con la conservación y desarrollo productivo de los camélidos sudamericanos domésticos y silvestres. La que hoy existe está permitiendo la subvaluación de la fibra de la alpaca, que no permite la inversión de los ingresos de los productores en el mejoramiento de sus hatos, sólo les está permitiendo la sobrevivencia de sus familias; estas normas legales están permitiendo la aparición de empresas acopiadoras de la fibra de la vicuña que en asociación con empresas trasnacionales están permitiendo la subvaluación de la fibra y la exportación de fibra ilegalmente obtenida. También se han formado empresas que están permitiendo la exportación de nuestras mejores alpacas, de alpacas de la raza Suri y de alpacas de color.

 El precio de la fibra de alpaca debe establecerse de acuerdo al precio internacional y de acuerdo al precio de las prendas que se confeccionan en base a la misma. Lo mismo debe ocurrir con la fibra de la vicuña, en que además se debe establecer normas legales que no permitan la aparición de empresas acopiadoras, que están permitiendo la desorganización de los productores a fin de subvaluar el precio de tan preciada fibra.

 La unión de los productores, con los gobiernos locales y regionales debe hacer posible en la Convención Internacional del Comercio de Especies de Flora y Fauna en Peligro de Extinción (CITES) y la convención existente con los países andinos, el establecimiento de una supervisión internacional a fin de evitar el tráfico de la fibra de la vicuña, actuando como veedores o supervisores de los convenios comerciales que se efectúan entre las asociaciones regionales y las empresas textiles en la comercialización de la fibra de vicuña que se produce y en la posterior industrialización de la misma, ello con el fin de ir eliminando la caza furtiva.

 Estando la vicuña sometida a semicautiverio en muchos lugares del Perú, es necesario el establecimiento de intercambios de grupos familiares de las diferentes regiones con el fin de evitar la consanguinidad y la aparición de defectos y taras debidas a la homocigosis. En este sistema de crianza de la vicuña y en la época de esquila se debe someter a estas especies a tratamientos antiparasitarios, previa revisión de su estado sanitario.

 Establecer programas de mejoramiento de praderas y establecimiento de pasturas exóticas, que hagan posible el crecimiento poblacional de los camélidos domésticos y el incremento de las poblaciones camélidas silvestres. En la actualidad las praderas en todas las regiones altoandinas están sufriendo una inagotable depredación de parte de comerciantes inescrupulosos que se dedican a la venta de leña de plantas arbustivas como la thola y la queñua, generando con ello la desaparición de nuestras praderas naturales. Es necesario que el Instituto Nacional de Recursos Naturales, la policía forestal, gobiernos locales y regionales realicen las labores que le son encomendadas y tengan las facilidades para realizar las mismas.

 Establecer programas de repoblamiento y tener áreas destinadas al establecimiento de granjas y/o módulos comunales en los camélidos domésticos y a la introducción de nuevos grupos familiares, en comunidades campesinas con territorios aptos para la conservación y crianza de los camélidos silvestres.

 Las instituciones públicas deben tener como metas y objetivos el elevar el crecimiento poblacional de los camélidos domésticos con tasas de fertilidad y natalidad compatibles con el desarrollado en empresas alpaqueras y el establecimiento de la infraestructura más conveniente para el manejo de los hatos. En los camélidos silvestres se debe elevar su crecimiento poblacional con metas promedio del 20% anual (hoy tenemos tasas del 7.0%), se debe mejorar los sistemas de trabajo de descerdado y lavado de la fibra.

 Establecer una organización que haga posible la unión de todas las asociaciones regionales y su efectiva participación en los diferentes programas, en la comercialización de toda la fibra legalmente obtenida y promover la implementación de una industria textil andina, única forma de evitar las acciones de los grupos mafiosos que se encuentran dentro y alrededor de las instituciones públicas; solo así obtendremos finalmente la erradicación de la pobreza crítica en los altos andes. El CONACS – en los camélidos silvestres – sólo fijaba las fechas de esquila, apoyaba en algunas actividades, tomaba algunos datos de la misma y daba la certificación necesaria; ya el paternalismo debe terminar y debe existir una entidad que certifique la autenticidad de la fibra que procede de esquila de acuerdo con los censos realizados en las diversas comunidades campesinas productoras de fibra de vicuña.

 Las instituciones públicas deben seguir investigando a la vicuña en semicautiverio y determinar las limitantes que se estén presentando. Esta forma de crianza será el futuro de una crianza racional.

 Finalmente es necesario estudiar e investigar todas las denuncias que han sido presentadas respecto al manejo y comercialización de la vicuña, sus productos y subproductos. Ello con el fin de que no exista impunidad para aquellos que han permitido la profundización de la pobreza de los productores vicuñeros y que todas estas actividades lindantes con la corrupción no se vuelvan a repetir.

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