Durante la clausura de la Conferencia Regional celebrada en Brasilia, el director del organismo(FAO), Jacques Diouf, enfatizó que los gobiernos no pueden confiar en las fuerzas del mercado para contrarrestar la subida de los precios de los alimentos, y que se requerirá una clara voluntad política para aumentar la producción del agro”. Además el director del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Khan “advirtió que cientos de miles de personas padecerán de inanición si los precios de los alimentos continúan subiendo”. Con estos antecedentes a los que debemos sumar lo que han afirmado miles de productores agrícolas reunidos en Maputo, Mozambique, África; "en las últimas décadas hemos visto el avance del capital financiero y de las empresas transnacionales, sobre todos los aspectos de la agricultura y del sistema alimentario de los países y del mundo. Desde la privatización de las semillas y la venta de agrotóxicos, hasta la compra de la cosecha, el procesamiento de los alimentos, y su transporte, distribución y venta al consumidor, todo está ya en manos de un número reducido de empresas. Los alimentos han pasado de ser un derecho de todos y todas, a ser una mercancía más. Se están homogenizando nuestras dietas en todo el mundo, con alimentos que son malos para la salud, tienen precios fuera del alcance de la gente, y estamos perdiendo las tradiciones culinarias de nuestros pueblos. A la vez estamos viendo una ofensiva del capital sobre los recursos naturales, como no se había visto desde tiempos coloniales. La crisis de la tasa de ganancia del capital los lanza a una guerra privatizadora de despojo contra nosotros y nosotras, campesinos e indígenas, un robo privatizador de la tierra, el territorio, los bosques, la biodiversidad, al agua y la minería. Los pueblos rurales y el medio ambiente están siendo agredidos. La siembra de agrocombustibles en grandes monocultivos industriales es parte de este despojo, justificado falsamente con argumentos sobre las crisis de energéticos y climáticos. La realidad detrás de estas últimas facetas de la crisis tiene mucho mas que ver con la matriz actual de transporte a larga distancia de bienes, e individualizado en automóviles, que con otra cosa". Además también debemos reconocer que los cambios que se están produciendo en el clima, la deficiencia en la distribución del agua, la migración de las poblaciones rurales a las grandes urbes por la ausencia de trabajo o el trabajo mal remunerado están contribuyendo a la actual crisis alimentaria en todo el mundo. Por lo tanto sería conveniente hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué ha realizado o esta realizando el Ministerio de Agricultura (MINAG) y sus oficinas públicas descentralizadas (OPD’s) en el Perú, con relación a la crisis mundial de los alimentos?
Los que hemos trabajado en diversas regiones del país, podemos afirmar que siempre se ha realizado muy poco esfuerzo dentro del MINAG para conocer con una verdadera aproximación lo que las diferentes regiones producen; ello indudablemente no ayuda en nada a los productores y es por ello que nunca ha existido un equilibrio entre la oferta y la demanda de los productos agrícolas.
En lo referente a los productores agropecuarios, estos necesitan ser organizados y capacitados convenientemente con el fin de dirigir sus esfuerzos a productos que nuestro mercado necesita, con ello comercializará su producción a mejores precios y si están organizados podrían darle un mayor valor agregado. Lamentablemente se ha perdido mucho tiempo y no se ha hecho nada respecto a la labor de extensión agropecuaria.
La organización y capacitación campesinas ha debido ser la principal labor del MINAG y para ello esta entidad necesita ser reestructurada, debiendo en estos momentos desarrollar intensos programas de extensión agropecuaria. En los años 60 – con el ex-Servicio de Investigación y Promoción Agraria – se iniciaron los cambios que la agricultura peruana necesitaba, pero todo quedo trunco con el inicio de una reforma agraria que no fue convenientemente implementada. Hoy – si queremos mejorar nuestra agricultura – es urgente y necesaria la formación e implementación de equipos multidisciplinarios de extensión agropecuaria. Tenemos que preparar a nuestros pequeños y medianos agricultores para producir lo que nuestro mercado necesita y el Estado debe promover la implementación de los insumos necesarios para nuestros productores, permitirles el acceso al crédito, ya hoy la inversión en productos agropecuarios se está haciendo bastante rentable, pero todo ello significa cambios en nuestras instituciones y en el marco legal. Por lo tanto es de esperarse que el Ejecutivo y el Legislativo hagan todo lo necesario para dar la seguridad alimentaria a nuestra población.
Como afirman muchos investigadores hoy tenemos oportunidades y fortalezas de nuestra agricultura andina, pero también hay amenazas y riesgos. Lo que debemos tener en cuenta es que la mayor población de pobres extremos está en nuestros Andes y debemos darle – a las poblaciones andinas – las herramientas necesarias para que puedan salir de esa situación.
lunes, 27 de octubre de 2008
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