Joaquim Utset
Naciones Unidas, 30 oct (EFE).- Un grupo de reconocidos economistas reclamaron hoy en Naciones Unidas una refundación de los mecanismos financieros globales nacidos hace medio siglo en Bretton Woods (EEUU) para que las soluciones a la actual crisis no partan de la cúspide del sistema económico.
Los expertos reunidos por el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, exigieron una mayor participación de los países menos desarrollados en el diseño de la respuesta a la crisis para asegurarse que la soluciones a la actual coyuntura no sean pagadas por los más pobres.
D'Escoto se ganó el aplauso de las delegaciones diplomáticas presentes cuando reclamó que el debate sobre la crisis debe ir más allá de grupos como el Grupo de los Ocho (G-8) y darse en foros como Naciones Unidas en los que "cada país cuenta".
"La comunidad internacional tiene la responsabilidad y la oportunidad de identificar medidas a largo plazo que vayan más allá de proteger de los bancos, estabilizar los mercados de crédito y reconfortar a los grandes inversores", apuntó el ex canciller sandinista.
Consideró que "hay demasiado en juego para que se adopten a puerta cerrada medias soluciones y arreglos precipitados".
Al debate convocado por la Asamblea General asistieron un grupo de expertos encabezado por el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, y del que formaron parte el ministro de Economía ecuatoriano, Pedro Páez; el economista Prabhat Patnaik de la Universidad Jawaharlal Nehru de la India y la economista japonesa Sakiko Fukuda-Parr.
Lo completaron el profesor de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Calestous Juma, y el sociólogo belga François Houtart.
"Lastimosamente la inercia de los poderes establecidos y el pensamiento dominante nos llevan a un desequilibrio catastrófico", dijo Páez a Efe, al tiempo que se mostró poco convencido de que la cumbre del G-20 convocada por Estados Unidos para el 15 de noviembre en Washington defina una verdadera respuesta a la crisis global.
"El hecho de que sea la cúspide de la pirámide económica, ligada a los poderes financieros, la industria de la guerra y las petroleras, la que marque la pauta representa un gran peligro para la civilización", aseguró el ministro ecuatoriano.
Abogó también por el fomento de organismo regionales de coordinación monetaria y macroeconómica, como el Banco del Sur, que sirvan para responder a la crisis con medidas propias, evite una devaluación generalizada de las monedas y sirva de contrapunto a las instituciones multilaterales "del Norte".
De la misma manera, Stiglitz recalcó durante la reunión que el mundo se encuentra "en otro momento Bretton Woods", en referencia a la conferencia de la ONU celebrada tras la II Guerra Mundial en la que se diseñó un nuevo orden financiero internacional y se crearon instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
"Estamos ante una crisis global y se necesita una respuesta global", apuntó, al tiempo que aseguró que solamente Naciones Unidas cuenta con la legitimidad necesaria para redactar nuevas reglas financieras internacionales.
"Los que estamos en el Norte no podemos tomar acciones a costa de quienes viven en los países en desarrollo", advirtió.
El profesor de la Universidad de Columbia consideró que EEUU podría haber salvado esta crisis si sus reguladores hubiesen estado dispuestos a emular las regulaciones existentes en otros países, entre los que mencionó a España.
Poco antes, el embajador español ante la ONU, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, aseguró que los organismos reguladores de su país aplicaron en los últimos años mecanismos para atenuar la volatilidad del mercado que han "permitido dotar al sistema bancario español de un margen de seguridad amplio con el que afrontar estos tiempos de turbulencia en los mercados".
El diplomático español manifestó el apoyo de su Gobierno a "una nueva formulación en profundidad del papel del FMI, que otorgue una mayor relevancia a su capacidad de vigilancia y prevención de situaciones de crisis".
El profesor Stiglitz también formó parte del grupo de expertos que se reunió la semana pasada con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para discutir la situación económica global.
La ONU ha expresado repetidamente en las últimas semanas el temor de que los países más pobres, y dependientes de la asistencia internacional para su desarrollo, sean las víctimas colaterales de las graves dificultades por las que atraviesa la economía global.
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