Hacia un fondo global contra el cambio climático
Principios para Poznan y más allá
En un mundo plagado por la pobreza, la crisis del cambio climático es ahora terroríficamente urgente. Nosotros, los grupos y organizaciones abajo firmantes, entendemos que para hacer frente a estas crisis, la comunidad internacional tendrá que movilizarse rápidamente al menos en una escala comparable a las recientes respuestas a la crisis financiera mundial. En vista de la crisis económica, más de cuatro billones de dólares de EE.UU. se movilizaron en apenas dos meses. Para afrontar con éxito la crisis climática, se necesita un nivel similar de ambición.
Hoy en día, a pesar de los compromisos internacionales para hacer frente al empobrecimiento cada vez más profundo y la crisis alimentaria, el mundo en desarrollo sigue siendo forzado a utilizar recursos que necesita para pagar la deuda ilegítima. Las naciones ricas siguen proporcionando cientos de miles de millones de dólares en subvenciones para las grandes empresas que producen combustibles fósiles. Con el fin de abordar las nuevas prioridades, estas prácticas deben ser frenadas
inmediatamente. Las deudas deben ser canceladas. Las subvenciones públicas a la energía sucia deben terminar (1).
Teniendo en cuenta las contribuciones históricas y actuales al calentamiento global, las naciones tendrán que hacer profundos recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero. Los países desarrollados deben cumplir con sus obligaciones de liderar en la reducción de emisiones y proporcionar recursos financieros y
tecnológicos a los países en desarrollo con los objetivos complementarios de ayudar a las naciones, comunidades y personas a enfrentar eficazmente los actuales e inevitables efectos del cambio climático y hacer posible una rápida transición hacia la energía limpia. Como fue acordado en la UNFCCC, los países en desarrollo
cumplirán sus obligaciones en mayor o menor medida dependiendo de la aplicación efectiva de los compromisos vinculantes por parte de los países desarrollados, en particular aquellos relativos a la financiación y la tecnología.
En este contexto, llamamos a mejorar la arquitectura financiera incluyendo un nuevo Fondo Global contra el Cambio Climático (2) que se creará bajo el control de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, en inglés) y que se adhiera a los siguientes principios:
Financiamiento sustancial, obligatorio y automático
Para financiar programas que hagan frente a los impactos del cambio climático (adaptación) y la transición hacia una vía de desarrollo con energía limpia y bajas emisiones de carbono (mitigación) en los países en desarrollo, se necesitan nuevos y adicionales cientos de miles de millones de dólares por año (3). El Fondo Global contra el Cambio Climático debe ser lo suficientemente grande como para sostener la
financiación de distintas áreas para la mitigación, la adaptación y la reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación. La financiación básica de este Fondo Global debe ser obligatoria y automática más que voluntaria. Se requieren diversas fuentes para generar el volumen de fondos necesarios, y se deben regir por el principio de Naciones Unidas de "responsabilidades comunes pero
diferenciadas" sobre la base de la contribución histórica y actual al calentamiento global de los países y su capacidad de pago (4).
Un gobierno representativo
La gobernanza del Fondo Global contra el Cambio Climático debe ser democrática, transparente y debe rendir cuentas a todos, especialmente a los pobres y a las comunidades vulnerables más afectadas por el calentamiento global. Los países en desarrollo deben tener representación fuerte, directa y equitativa en la toma de decisiones y órganos técnicos. Los grupos de la sociedad civil, movimientos sociales y pueblos indígenas de países en desarrollo y desarrollados deben estar
formalmente representados en todas las estructuras de gobierno.
Planificación Participativa
El Fondo Global contra el Cambio Climático debe ayudar a los países mediante apoyo financiero y técnico para llevar a cabo planes nacionales de acción diseñados por los países a través de un proceso democrático y soberano que garantice la plena participación de los pueblos afectados por el cambio climático. Los planes incluirán acciones y políticas que permitan a las personas y las comunidades enfrentar los impactos del calentamiento global y asegurar la transición a economías de baja
emisión de carbono (teniendo en cuenta los sectores de la energía, el transporte y la agricultura, entre otros).
Fortalecimiento de las capacidades
La financiación debe estar a disposición de los países en desarrollo para el desarrollo, la aplicación, la transferencia y la diseminación de las tecnologías sostenibles y equitativas así como de las prácticas y procesos de acuerdo a las obligaciones de los países desarrollados.
Además, los recursos deben orientarse a la creación de capacidad local y la experiencia, y al desarrollo de tecnologías apropiadas y estrategias centradas en las personas para hacer frente a los cambios en el clima.
Acceso para los más vulnerables
La financiación para el cambio climático debe ir a las agencias gubernamentales pero insistimos en que las organizaciones populares, movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales y grupos de base también tengan acceso directo a los fondos (5). En particular, las actividades relacionadas al clima sobre las tierras indígenas, como la protección de los bosques y la restauración, deberían ir directamente a
organizaciones indígenas representativas para fortalecer sus programas de gestión territorial sustentable. Las mujeres deben tener poder de decisión equitativo con respecto a cómo se accede a los fondos, cómo se utilizan y se evalúan. El proceso para acceder a los recursos del Fondo Global contra el Cambio Climático debe ser claro, transparente y simple para alentar a las comunidades más vulnerables a aprovechar el apoyo disponible.
Fortalecer los derechos
Las actividades y las políticas del Fondo Global contra el Cambio Climático deben subrayar los principales acuerdos mundiales, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Debe defender el derecho al desarrollo sostenible - con el apoyo total de los gastos de energía no basada en combustibles fósiles y verdaderamente renovable (6) - para asegurar que los más pobres y vulnerables estén
protegidos de la carga de pasar a una economía de energía limpia. El fondo debería reforzar el derecho de los pueblos a la alimentación, la soberanía energética y la justicia de género.
Abordar las causas profundas
La crisis climática es estimulada por el rampante y desigual sobre-consumo de los escasos recursos de la tierra y la carrera por los beneficios a un gran costo para las personas y el medio ambiente. Un modesto porcentaje de los recursos del Fondo debe ser dedicado a actividades como la cooperación Sur-Sur de intercambio de información sobre las mejores prácticas y técnicas, y la educación de los pueblos de
los países industrializados sobre estilos de vida sostenibles y la necesidad de limitar el crecimiento indiferenciado hacia la meta de reducir la desigualdad en el mundo.
Nosotros, los abajo firmantes, estamos convencidos de que el
establecimiento de un Fondo Global contra el Cambio Climático, con la
adhesión y la incorporación de estos principios, es fundamental para el
éxito de cualquier régimen global para el cambio climático.
Esta declaración fue inicialmente elaborada por un grupo de trabajo en
el Foro Internacional sobre la Estrategia del Clima en la Globalización,
sesión sobre la Arquitectura económica de Copenhague en Washington, DC,
15-16 de noviembre de 2008, en preparación para las negociaciones sobre
cambio climático de la UNFCCC.
La misma será presentada a los representantes del Grupo de los 77 países
en desarrollo durante la segunda semana de las negociaciones sobre el
clima en Poznan con el fin de iniciar una conversación global sobre las
nuevas instituciones necesarias para combatir la crisis climática.
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(1). Salvo las subvenciones destinadas a mejorar el acceso local a la energía y el transporte para los más pobres, con el menor contenido de carbono posible en todas las opciones.
(2). La presente convocatoria para un nuevo Fondo Global contra el Cambio Climático se basa en la reciente propuesta de la amplia agrupación de
países en desarrollo (el "Grupo de los 77 + China") para un nuevo régimen de financiación del cambio climático, y apoya la demanda de que ningún fondo fuera del UNFCCC - particularmente los del Banco Mundial- se cuenten como compromisos de apoyo financiero de los países desarrollados hacia los países en desarrollo. Esta propuesta apoya la del Grupo de los 77 + China y va más allá mediante la elaboración de principios justos y equitativos que deben estar en el centro de
cualquier Fondo del clima.
(3). Sobre la mitigación, el Informe Stern estima que la estabilización a un equivalente de 500 CO2 - un nivel ambicioso, pero todavía
extremadamente peligroso - costaría alrededor de 2% del Producto Bruto Mundial (actualmente $ 1,2 billones) al año. (Nicholas Stern, Towards a Global Deal on Climate Change, UNECOSOC, 30 de junio de 2008). Los costos reales de la mitigación pueden ser aún mayores debido a que el nivel necesario de estabilización será probablemente más exigente que el nivel 500 CO2-e de Stern (un nivel de 400 CO2-e, o 350 en términos de CO2, sería mucho más seguro). Además, sobre la adaptación, las
proyecciones de los costos son radicalmente inciertas, pero probablemente se incrementarán a cientos de miles de millones de dólares por año (UNFCCC, Investment and Financial Flows to Address Climate Change, da un límite superior de $ 171 millones, pero esto es una estimación preliminar). Dicho esto, los costes totales del necesario esfuerzo mundial se medirán probablemente en billones, y alguna fracción importante de éstos tendrían que ser distribuidos a través del Fondo
Global contra el Cambio Climático. Cumplir eficazmente con estos objetivos requerirá dotar de personal adecuado a la secretaría de la UNFCCC y de sus entidades operativas.
(4). La posible financiación del Fondo Global contra el Cambio Climático requiere más exploración, creatividad y debate, pero podría incluir:
Impuestos sobre los combustibles del transporte, la aviación, las exportaciones de combustibles fósiles y otras fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero; gravámenes sobre el producto nacional bruto y la responsabilidad histórica; débitos de carbono de las inversiones por su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero; subastas nacionales e internacionales de permisos de emisiones de gases
de efecto invernadero; impuestos sobre las transacciones monetarias (CTT), y bonos.
(5). El Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (FMSTM) sirve como modelo para el Fondo Global contra el Cambio Climático por sus disposiciones para permitir que organizaciones de la sociedad civil puedan aplicar directamente para recibir dinero del Fondo. Sin embargo, es importante señalar que otros impedimentos, como la mala comunicación con la sociedad civil y la falta de experiencia del gobierno y/o el compromiso de trabajar con la sociedad civil, han impedido el acceso de la sociedad civil al FMSTM.
(6). La financiación de la energía renovable debe excluir las fuentes que degradan el medio ambiente, amenazan la salud humana, y causan
perturbaciones masivas de las comunidades como la energía nuclear, los
agrocombustibles y los grandes proyectos hidroeléctricos.
VER LAS FIRMAS EN:
http://www.choike.org/campaigns/listado.php?campid=3
jueves, 4 de diciembre de 2008
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