jueves, 2 de julio de 2009

Represas y Terremotos: efectos en la cuenca patagónica

Autor | Mauricio Fierro | Idioma | Español | Pais | América del Sur | Publicado | 18 junio 2009 15:18

Entre Argentina y Chile existe una larga línea fronteriza, y reiteradamente se menciona como una de las mayores del mundo, pero más allá de limites geopolíticos, existe una geomorfología común, única e indivisible, y activa telúricamente. Donde, todo lo que ocurra en ella desde un punto de vista tectónico, es compartido por ambos países y el planeta.

La cordillera de los Andes, forma parte del denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, con cientos de volcanes, y una decena de ellos están ubicados en la Patagonia. Estos complejos volcánicos están activos y ligados a una falla geológica altamente peligrosa, denominada Zona de Falla Liquiñe Ofqui (ZFLO). Esta falla es conocida pero muy poco estudiada, y se ha hecho tristemente celebre por la erupción algunos volcanes, especialmente el Volcán Chaiten y los daños causados a los habitantes de Argentina y Chile.

El ser humano y sus actividades industriales, han encontrado un nuevo nombre y culpable para cubrir sus responsabilidades, el Calentamiento Global. Este “efecto” que a su vez es una sumatoria de causas, está provocando un cambio climático evidente, pero a la vez una grave inestabilidad geológica y telúrica en el planeta, y la zona austral del continente sudamericano no es una excepción, especialmente entre los 38 y 45 grados de latitud sur, es decir la Patagonia, independiente del país. El incremento en un grado o más en la temperatura media ambiental, ha iniciado un efecto en cascada, provocando una serie de perturbaciones climáticas y ambientales, causando en la zona austral una tendencia hacia la sequía y disminución de caudales en las cuencas lacustres. Esto ultimo significa, una enorme pérdida de masa, que durante miles de años presionó la corteza terrestre, y se mantuvo en un estado de equilibrio, causando un nuevo ajuste de las fuerzas isostáticas corticales y por ende, fenómenos sismológicos y volcánicos.

Por otra parte, las actividades industriales corporativas sobre la corteza terrestre, especialmente los proyectos hidráulicos en las cuencas hidrográficas con presencia de fallas geológicas, están provocando terremotos debido a un fenómeno llamado Sismicidad Inducida, y de no mediar medidas correctivas e impedir estos proyectos, la recurrencia de movimientos telúricos aumentarán peligrosamente en un corto y mediano plazo, potenciado por el efecto del calentamiento global, con las consabidas pérdidas en vidas humanas, deterioro de las economías locales y valiosos ecosistemas australes. La Sismicidad Inducida, provocada por el represamiento de cuencas lacustres y la minería intensiva, han provocado el incremento de terremotos en zonas que históricamente no tenía actividades telúricas. La corteza terrestre al sufrir cambios en las tensiones del subsuelo, inicia un proceso de estabilización de las masas y por ende movimientos tectónicos, que se traducen en fenómenos sísmicos (enjambres de temblores y terremotos).

Actualmente, una serie de proyectos de represamiento de ríos amenaza la Patagonia, y de concretarse alguno de estos proyectos, la estabilidad geológica futura de esta zona, está sentenciada a sufrir graves terremotos. La responsabilidad recae en las autoridades gubernamentales y políticas aquejadas de corrupción y por mentir a las comunidades; en las corporaciones por su codicia criminal y profitar sin respeto por la vida y el medio ambiente; y la estupidez de los ciudadanos por creer ingenuamente en que las autoridades dicen la verdad, y no en que la verdad es la autoridad.

El presente trabajo, detalla en forma simple, la relación entre las represas y los terremotos, en una región donde se ubica una de las fallas geológicas o complejos volcánicos más peligrosos de planeta.

Mauricio Fierro, Mayo del 2009.

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