Autor | Colectivo desde el pie | Idioma | Español | Pais | Argentina | Publicado | 1 septiembre 2009 12:24
Uno de los desarrollos científico-tecnológicos de mayor impacto en los últimos años han sido los transgénicos u organismos genéticamente modificados (OGM). Su utilización ha tenido muchísimas consecuencias sobre nuestro país.
En 1996 se aprobó el primer evento transgénico en la Argentina con autorización de la CONABIAi (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria) y así comenzó el cultivo y la comercializació n de Organismos Vegetales Genéticamente Modificados (OVGM), más conocidos como semilla, cultivos o alimentos transgénicos. El primer evento liberado fue la Soja RR , cuya característica agronómica es la tolerancia al herbicida glifosato.
La evolución de la superficie de cultivos GM creció tanto que hoy Argentina es el segundo productor de cultivos GM detrás de EEUU con 17 millones de hectáreas cultivadas. Esta nueva etapa de la agricultura argentina tiene como principal característica la implementación de un paquete tecnológico que incluye la Soja GM, el herbicida glifosato y una nueva maquinaria para sembrar las semillas sin necesidad de arar la tierra, técnica conocida como siembra directa.
De toda la producción de Soja, únicamente el 5 % se destina al mercado interno, mientras que el 95 % restante se exporta a diferentes regiones del mundo tales como la Unión Europea , China, India, Venezuela, Bangladesh, Tailandia, Turquía, entre muchos otros.
La Soja puede utilizarse como grano o procesarse en aceite o harina. El cultivo de la Soja tuvo tanto éxito que a partir de la implementación del paquete tecnológico antes mencionado, Argentina se convirtió en el principal productor de aceite de Soja del mundo y el tercero en producción de grano.
A partir de este escenario, el negocio de cultivar Soja respecto de otros cultivos como el maíz, trigo, o inclusive frente a la actividad ganadera, se hizo más rentable. Esto generó que muchos productores cambien de actividad agropecuaria volcándose al cultivo de Soja por su rentabilidad, violando la soberanía alimentariaii de los pueblos.
El aumento del área sembrada con Soja entre las campañas 1997/98 – 2004/05 es sorprendente. De mayor a menor, el porcentaje de crecimiento del área sembrada para tal período fue: NEA (NorEste Argentino) 417 %, NOA (NorOeste Argentino) 220% y la Pampa húmeda 85 %. La principal consecuencia en las regiones del norte de Argentina fue la deforestación de bosques nativos, mientras que en la Pampa húmeda se produjo el desplazamiento de la ganaderíaiii.
Otro hecho clave para el aumento del área sembrada fue que muchos terratenientes comenzaron a arrendar sus tierras a los pools de siembra. Pool de siembra es la denominación que recibe en la Argentina un sistema de producción agraria donde el capital financiero y la organización de un sistema empresarial transitorio asume el control de la producción agropecuaria, mediante el arrendamiento de grandes extensiones de tierra, y la contratación de equipos de siembra, fumigación, cosecha y transporte, etc. Al finalizar la cosecha las ganancias son distribuidas. Legalmente son fideicomisosiv agropecuarios. Participan del mismo un equipo interdisciplinario compuesto por ingenieros agrónomos, contadores, gestores, abogados, etc., destinados a coordinar y ejecutar las tareas productivas.
Los pools de siembra favorecen la concentración del uso de la tierra, desplazan a los pequeños y medianos productores (lo mismo que sucedió con el almacén del barrio con la aparición de los hipermercados), causan daños ecológicos debido a la falta de rotación de cultivos (buscando siempre el más rentable) y por los grandes volúmenes de agrotóxicos utilizados. Este boom de la Soja también trajo como consecuencia al corrimiento de la frontera agrícola y la consiguiente deforestación de millones de hectáreas de bosques nativos en diferentes provincias.
Para tener una idea más clara de la superficie sembrada con Soja RR (16 millones de hectáreas = 160.000 Km2), es casi equivalente a un 5,75% de la superficie del país. Para ser más gráfico, el área cultivada representa casi la totalidad de la superficie de la provincia de Córdoba (165.321 Km2).
La desaparición de los bosques derivó en el desplazamiento de poblaciones campesinas e indígenas que los utilizaban para su subsistencia, trabajando la tierra. Así , muchos campesinos e indígenas no tienen más solución para no morir de hambre en sus pueblos que migrar hacia los cordones peri-urbanos como el GBA y asentarse en villas de emergencia o barrios precarios.
Según la Red de Acción en Plaguicidas de América Latina (RA-PAL), entre 1996-2007 en la Argentina aumentó 9 veces el volumen de agrotóxicos utilizados, llegando a 270 millones de litros en 2007. Este aumento en los volúmenes de agrotóxicos utilizados se debe principalmente a la gran superficie cultivada con cultivos GM resistentes a glifosato.
En diciembre de 2006 se publicó un informe denominado “Diez años de cultivos GM en Argentina”v donde a través de un modelo matemático de simulación (SIGMA) desarrollado por el INTA, se estimó que durante el período 1996-2005, el beneficio total acumulado para nuestro país a partir de la innovación tecnológica de la Soja GM , fue de 19.700 millones de millones de dólares. La distribución de los beneficios según este mismo informe son: 77,45% para los productores, 3,90% para los proveedores de semilla, 5,25% para los proveedores de herbicida y 13,39% para el Estado Nacional. En el caso de los maíces con resistencia a lepidópteros, el beneficio total acumulado para el período 1998-2005 alcanza a los 481,7 millones de dólares. Su distribución: 43,19% para los productores, 41,14% para los proveedores de semilla y 15,67% para el Estado Nacional. Por último, en el caso del algodón con resistencia a lepidópteros, el beneficio total estimado para el período 1998-2005 es de 20,8 millones de dólares, con la siguiente distribución: 86,19% para los productores, 8,94% para los proveedores de semilla y 4,87% para el Estado Nacional. Cabe aclarar que el beneficio para el Estado Nacional se logró en forma de derechos de exportación, aplicados desde 2002.
Durante el 2008 se generó el conflicto llamado “del Campo”, que duró meses y en el cual hubo un Loock-Out patronal, cortes de ruta, quema de pastizales y, lo más recordado por la sociedad en la capital, humo en las casas. Durante todos esos meses de conflicto hubo una pulseada de poder entre el Gobierno y las entidades del campo tales como la Sociedad Rural , entre otras, para ver cómo se repartía la renta de los Agronegocios: 20.700 millones de dólares. Lo que nunca se puso en discusión fue el desplazamiento de los pequeños y medianos productores a partir de la innovación tecnológica, la cuestión del impacto ambiental y sobre la salud humana del sistema de producción agropecuario, el desplazamiento de poblaciones rurales enteras, ni la deforestación debidos al corrimiento de la frontera agropecuaria.
¿Qué papel jugó la comunidad científica respecto de estos acontecimientos? ¿O acaso ninguno tuvo nada que ver? Continuará...
i. Fue creada por Resolución Nº 124/1991 para asesorar a la Secretaría sobre los requisitos técnicos y de bioseguridad que deberán reunir los materiales genéticos obtenidos por procedimientos biotecnológicos, en forma previa a que los mismos sean incorporados por cualquier procedimiento o método y en cualquier carácter (ensayos, difusión, etc.) al biosistema. Se trata de un cuerpo integrado por representantes de distintos organismos y asociaciones del sector público y privado cuyas competencias se relacionan con la materia.
ii. Soberanía Alimentaria: los pueblos tienen un derecho soberano a definir y llevar adelante toda la producción, elaboración y comercializació n de alimentos de acuerdo a su cultura, a su propio estilo. Se piensa el alimento como un derecho, no como una mercancía. Definición de la cátedra libre Soberanía Alimentaria de la UNLP
iii. Cría de ganados en Feet-Lot.
iv. Un fideicomiso (del latín fideicommissum, a su vez de fides, "fe", y commissus, "comisión") es un contrato o convenio en virtud del cual una persona, llamada fideicomitente o también fiduciante, transmite bienes, cantidades de dinero o derechos, presentes o futuros, de su propiedad a otra persona (una persona llamada fiduciaria), para que ésta administre o invierta los bienes en beneficio propio o en beneficio de un tercero, llamado fideicomisario. Cabe señalar que, al momento de la creación del fideicomiso, ninguna de las partes es propietaria del bien objeto del fideicomiso. El fideicomiso es, por tanto, un contrato por el cual una persona destina ciertos bienes a un fin lícito determinado, encomendando la realización de ese fin a una institución fiduciaria.
v. El estudio fue financiado por el Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología – ArgenBio. Autores: El Dr. Eduardo J. Trigo es investigador independiente miembro de FORGES y de Grupo CEO, entidades relacionadas a la investigación y el asesoramiento en el sector agropecuario y el Dr. Eugenio J. Cap es Director del Instituto de Economía y Sociología del INTA.
Colectivo desde el pie
jueves, 3 de septiembre de 2009
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