Autor | Fernando R. Funes-Monzote | Idioma | Español | Pais | Cuba | Publicado | 7 julio 2009 13:00
La noticia de que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) introducirá en breve plazo especies de plantas transgénicas a escala comercial en Cuba, ha sido recibida por unos con optimismo y por otros con preocupación. Lamentablemente, para la mayoría de la población ha pasado inadvertida.
A diferencia de otros países, en Cuba no ha habido un debate nacional sobre la producción y consumo de alimentos transgénicos. Incluso se comenta que desde hace algún tiempo nos alimentamos con transgénicos sin saberlo. Todo parece indicar que en breve plazo el CIGB recibirá una licencia para cultivar maíz transgénico cubano en miles de hectáreas y que la introducción de esta tecnología cuenta con el máximo apoyo del Estado.
Como científico comprometido con la agricultura cubana y mundial, considero que se impone un debate abierto y profundo sobre el uso de transgénicos para la producción de alimentos en Cuba. Mi relativa ignorancia sobre las sofisticadas técnicas y procesos biotecnológicos que dan lugar a un Organismo Modificado Genéticamente (OMG), la siento compensada por el conocimiento que he podido acumular sobre agroecología. Escribo este análisis convencido de que sin el reconocimiento de muchos fenómenos ecológico-ambientales, económicos, organizativos y sociales relacionados con la actividad agrícola, no se podrá diseñar ninguna estrategia de desarrollo tecnológico acertada. Y también seguro de que no hay tecnología que por sí sola solucione los problemas del agro cubano ni de ningún otro país. Por lo tanto, necesitamos un enfoque integral que nos lleve a decisiones más conscientes y holísticas.
En este análisis no pretendo antagonizar, ni enjuiciar o menospreciar el trabajo de científicos que, desde su óptica, piensan que su contribución puede ayudar al desarrollo agrícola del país. No dudo de la competencia científica de las personas involucradas en el proyecto biotecnológico agrícola cubano, como tampoco cuestiono a las autoridades encargadas de poner enpráctica las normas de seguridad biológica en Cuba. Sin embargo, creo que aún es necesario considerar algunos aspectos relevantes del enfoque agroecológico antes de tomar cualquier decisión que pueda poner en riesgo la salud de los ecosistemas y de los seres humanos.
Fuente: http://www.ircamericas.org, http://www.foodfirst.org
lunes, 13 de julio de 2009
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