Autor | Organizaciones de América Latina | Idioma | Español | Pais | América Latina | Publicado | 7 abril 2009 10:53
Se llevó a cabo en Lima una ronda más de negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea con Colombia, Ecuador y Perú. Este proceso se adelanta bajo la presión de los gobiernos de Perú y Colombia por avanzar a la mayor velocidad posible, en momentos en que el mundo atraviesa la más angustiosa crisis económica de las últimas ocho décadas, y cuando las potencias están cerrando sus mercados para proteger sus economías, como lo revela la reciente evaluación de la OMC.
Este TLC se nos presenta, por parte del gobierno colombiano y peruano, como una gran oportunidad y como la ilusoria posibilidad de aumentar el comercio con la Unión Europea, sin considerar el tipo de relacionamiento que se tiene con este bloque de países, el cual nunca ha beneficiado el desarrollo y el progreso regional. Además, desconoce los conflictos internos en Europa frente a las medidas que se deben adoptar para enfrentar la recesión, y que la mitad de los nuevos desempleados del bloque son de España, el principal socio comercial andino en esa región.
Por su parte, el Mandato Negociador de la Unión Europea no ha cambiado, así que se mantienen los mismos intereses hegemónicos de este bloque. Ya Colombia y Perú habían renunciado a incluir los capítulos de Cooperación y Diálogo Político, que sirvieron por un tiempo para desviar la atención sobre el verdadero objetivo económico y comercial de este TLC. En efecto, el intercambio de ofertas en todas las mesas de este único pilar muestra que las ambiciones europeas son incluso más agresivas que las obtenidas por Estados Unidos, develando su apremiante necesidad de disputarse el control en el flujo de materias primas y recursos naturales, para salir de la crisis. Esto terminará alentando una ‘guerra entre pobres’ en la región andina, buscando vender, por ejemplo, un kilo más de banano al saturado mercado europeo.
En la medida que avanza la negociación de este TLC con la Unión Europea, se contrarían cada vez más los objetivos de la Comunidad Andina de Naciones. La obsecuencia de los gobiernos de Colombia y Perú con el “libre comercio” se ha vuelto incompatible con el proceso andino de integración. Justamente por ello Venezuela se retiró cuando se negoció el TLC con Estados Unidos, Bolivia se alejó de las negociaciones del inicial Acuerdo de Asociación, y a todas horas se escucha el lamento de los negociadores peruanos y colombianos porque Ecuador no los deja avanzar en la entrega de las economías nacionales. La situación no tiende a mejor; por el contrario, Rafael Correa ha expresado que insistirá ante la Unión Europea la necesidad de negociar los capítulos de cooperación y diálogo político, de lo contrario no tendría sentido firmar un TLC.
Las exigencias europeas en la mesa de Derechos de Propiedad Intelectual aspiran a establecer los estándares más rigurosos que se tenga en cuenta en cualquier negociación. Aunque renunciaron -producto de las denuncias- a su exigencia de encarcelar a quienes violen la propiedad intelectual, se mantienen sus pretensiones de aumentar a 25 años la protección efectiva de las patentes. Según estudios elaborados por la Alianza CAN-UE para el Acceso a los Medicamentos, esto encarecería las medicinas en 26%, provocando un mayor gasto en salud de 386 millones de dólares anuales.
En razón de estos planteamientos, denunciamos:
· Que la solución planteada por los gobiernos de Perú y Colombia a la crisis económica global, causada por el “libre comercio”, es aplicar más “libre comercio”, a través de estos tratados.
· Que las razones que esgrimen los gobiernos de Perú y Colombia para justificar una negociación con la Unión Europea, no corresponden a las necesidades de sus pueblos, sino a una necesidad política y a las exigencias de las transnacionales. Es mentira que los países andinos vayan a aumentar sus exportaciones a Europa, cuando están cerrando sus mercados para defender su producción local. En cambio si tienen la necesidad de garantizar el flujo “eficiente” de bienes primarios y lograr la mayor penetración de su capital corporativo y financiero.
· Que avanzar en este proyecto implicará la pérdida de soberanía para las naciones andinas, la privatización del agua, la entrega de la biodiversidad, el desconocimiento de los pueblos indígenas y afros, la explotación voraz de los recursos mineros y energéticos, el avance de los agrocombustibles en lugar de la comida y la precarización del empleo.
· Que el proceso de integración andino está resquebrajado como resultado del avance en las políticas neoliberales, lo que vuelve cada vez más incompatibles los intereses de países como Colombia y Perú, con los intereses de países como Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Consideramos que las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea deben detenerse de forma inmediata porque:
· Los intereses de todos los habitantes de la región andina y su forma de vida se verán seriamente afectados.
· Ante la crisis mundial, se requiere fortalecer los lazos dinámicos y solidarios de integración entre los vecinos. Los Tratados de Libre Comercio son por naturaleza desintegradores, como se demuestra en los hechos que tienen a la CAN al borde de desaparecer.
· La Unión Europea se niega a tratar asuntos de vital importancia para nuestros pueblos, como la aprobación de la Directiva de Retorno, que persigue a nuestros ciudadanos en territorio europeo para judicializarlos y encarcelarlos.
· La Unión Europea hace caso omiso a las recurrentes violaciones de los derechos humanos que ocurren en nuestros países, causados -incluso- por sus mismas empresas multinacionales con la complicidad de gobiernos como el peruano y el colombiano.
· Nos veremos en serios problemas para acceder a medicamentos, dada la propuesta de Europa de aumentar el periodo efectivo de patentes y los controles a las mismas, eliminando la competencia de los genéricos.
· Estos TLC anulan cualquier posibilidad de pensar en una alternativa diferente que la de mantener una economía exportadora de productos básicos.
Proponemos:
· Que los pueblos de la región andina trabajen de forma unida con las mujeres, indígenas, afro descendientes, campesinos, estudiantes, trabajadores, productores nacionales del campo y la ciudad, intelectuales, para construir una alternativa de desarrollo contraria al modelo neoliberal de “libre comercio”, que respete la armonía con la Madre Tierra.
· Una educación de calidad y gratuita, al servicio del avance tecnológico y el desarrollo científico de nuestros países, no bajo el dominio y acomodo de los intereses del capital transnacional, como lo pretende el Plan Bolonia de la Unión Europea.
· Una nueva arquitectura financiera en América Latina para tener independencia y soberanía económica. No más Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo ni Banco Europeo de Inversiones. No más créditos ilegítimos, ni imposiciones.
· Un relacionamiento con todos los países del mundo, incluidas las potencias, sobre la base del respeto a la autodeterminación de los pueblos, y logrando beneficios recíprocos. Fortalecer la integración latinoamericana, como prelación en las relaciones internacionales.
Para alcanzar estos propósitos, las organizaciones sociales de la región andina, reunidas en Lima el 25 y 26 de marzo de 2009, hacemos un llamado a todas las fuerzas democráticas de la región a trabajar unidos por la defensa de la soberanía de nuestros pueblos y, en ese sentido, rechazar el Tratado de Libre Comercio que se negocia con la Unión Europea, y todos los demás que se firman y negocian en el marco del modelo de “libre comercio”.
Invitamos a debatir a fondo las alternativas que tenemos para construir una verdadera integración de naciones prósperas y respetuosas de la naturaleza.
3 Abril de 2009.
Suscriben:
Alianza Social Continental.
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI.
Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio, Recalca.
Ecuador Decide.
Confederación de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería, CONACAMI.
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu, CONAMAQ.
Central Unitaria de Trabajadores, CUT (Colombia).
Movimiento Cumbre de los Pueblos del Perú.
Confederación General del Trabajo, CGT (Colombia).
Campaña Comercio Con Justicia, Mis Derechos No Se Negocian (Colombia).
Marcha Mundial de las Mujeres Perú.
Consejo Consultivo de Pueblos Indígenas de la Comunidad Andina.
Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria (Colombia).
Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC.
Unión Sindical Obrera, USO (Colombia).
Confederación Campesina del Perú.
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN.
Federación Colombiana de Educadores, FECODE.
Comité Colombia de Lucha Contra el ALCA-TLC.
Red Jubileo, Perú.
Organización Colombiana de Estudiantes, OCE.
Federación Santandereana de Mineros – Fesamin, Junta Directiva.
Centro de Estudios del Carbón y la Gran Minería (Colombia).
Organización Indígena Yanama (Colombia).
Sintramienergética, seccional El Paso (Colombia).
Latin American Solidarity Centre.
Fuente: Red de Hermandad y Solidaridad - Colombia
sábado, 2 de mayo de 2009
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