Autor | Peter Rosset | Idioma | Español | Pais | México | Publicado | 13 abril 2009 15:35
Ponencia impartida en el Primer Coloquio Internacional "In Memoriam Andres Aubry: Planeta Tierra: Movimientos Anti-Sistémicos," convocado por los Zapatistas del 13 al 17 de diciembre de 2007, CIDECI-Universidad de la Tierra, Chiapas, 15 de diciembre de 2007.
Mi ponencia está inspirada por el ensayo en dos partes "Tierra, terruño, territorio", que Andrés Aubry publicó en La Jornada en junio de este año; también me siento inspirado por la Comandanta Keli, en su comunicado del 25 marzo del 2007 en TierraAdentro, anunciando la "Campaña Mundial por la Defensa de las Tierras y los Territorios Indígenas, Campesinos, Autónomos, en Chiapas, México y el Mundo."
Primero hablaré brevemente sobre lo que es el Territorio, luego desarrollaré de qué manera estamos frente a una guerra por la reestructuración territorial, o como dijo Ricardo Gebrim en este coloquio, "una ofensiva del capital." Comentaré como esto genera la resistencia y la lucha por la defensa del territorio, haciendo mención de algunos casos de la construcción real de las alternativas anti-sistémicas sobre el territorio, y finalmente haré unos comentarios sobre la lucha a nivel internacional.
1. El territorio
¿Qué es el territorio? Para los que vinimos de las luchas agrarias de las organizaciones campesinas, el concepto de territorio que maneja los pueblos indígenas es mucho más amplio que el concepto campesino de la tierra para trabajar, y de ella hay mucho que aprender, porque es una lectura más holística. Según el Comandante Tacho de EZLN, cuando habló aquí en el CIDECI en julio de este año:
Los pueblos indígenas y campesinos, tenemos históricamente nuestras raíces en estos territorios, nos relacionamos con ella, a través de la madre Tierra. Ahí producimos nuestros alimentos para vivir, ahí nacimos, ahí nos desarrollamos, en ella nos multiplicamos y convivimos, con las montañas, con los ríos, con el aire, con la vida de la misma naturaleza, los mares, los manantiales, así como también en ella viven todos los seres vivos con derecho a la vida, así como los recursos del subsuelo. Nosotros, los indígenas, campesinos, lo cuidamos y la amamos nuestra Madre Tierra y lo hemos demostrado por siglos.
Para la Comandanta Kéli, ese día en TierraAdentro, el territorio lo define así:
Para los pueblos indígenas, campesinos y rurales, la tierra y el territorio son más que sólo fuentes de trabajo y alimentos; son también cultura, comunidad, historia, ancestros, sueños, futuro, vida y madre.
Y para don Andrés, territorio es simplemente terruño.
Este es el concepto amplio de territorio, el que las luchas populares están defendiendo en este momento de la historia, confrontando así una guerra global, una ofensiva global que de parte del capital en donde se desarrolla la reestructuración del territorio de acuerdo a sus intereses.
2. Estamos frente a una guerra por la reestructuración territorial
La historia de las últimas décadas nos ayuda a entender por que de nuevo el capital está sobre los recursos naturales, los bosques, las tierras, el agua, de una manera que solo se puede comparar a la época de extracción colonial. Tenemos que mirar unas décadas para atrás, a un gran traspaso de poder, en donde el capital industrial, basado en el Estado Nación, que había dominado el periodo posguerra, cede hegemonía al capital financiero transnacional, que poco reconoce las fronteras nacionales. El capital financiero comienza a imponerse al capital industrial en la década de los setenta, y creando las bases del periodo neoliberal, la globalización neoliberal, con sus instrumentos de libre comercio, libre flujo de capital, privatización, y enormes fusiones de empresas, formando de nuevo los grandes monopolios y oligopolios.
Esto abrió el paso a dos décadas de acumulación capitalista desenfrenada, una acumulación de capital financiero tan fuerte que tarde o temprano provocó su propia crisis, al no tener suficientes lugares en donde invertir todo el capital financiero acumulado. Como dice el Subcomandante Insurgente Marcos, siempre en esas condiciones el capital tiene la necesidad urgente de encontrar nuevas mercancías, nuevos mercados y nuevos lugares donde invertir. Así se generó el boom de la biotecnología, el boom de la informática-que lamentablemente, para el capital financiero, tuvo su caída con el colapso de las empresas "punto.com"-, la inflación del globo de bienes raíces en los Estados Unidos (ahora en su colapso también), etc. Pero no dan abasto a la necesidad de mover las inversiones, y esto genera la urgente necesidad que ha lanzado al capital, en su conjunto, de nuevo sobre los recursos naturales, sobre la biodiversidad, sobre los bosques, sobre la tierra, las plantaciones, el agua, el conocimiento tradicional, etc., como no se había visto en este mundo desde la época colonial.
Hoy día estamos frente a un proceso de reestructuración territorial en donde el capital financiero busca abrir y reestructurar estos espacios a partir de sus interés y requerimientos, adecuándolos para este nuevo ciclo de inversión y acumulación. El capital utiliza todos los mecanismos a su alcance en este proceso, en lo que Sergio Rodríguez Lascano llama primero, la des-territorialización, o sea quitar a la gente, los pueblos y las comunidades del territorio, para después llegar a la re-territorialización, o sea el territorio y conformado para el uso exclusivo del capital. Esto es lo que el Sup Marcos llama "la guerra de despojo," que es la precisamente la primera fase antes de reestructurar.
La reestructuración ocurre en varios niveles. En el espacio de políticas públicas y de mercado, los mecanismos de reestructuración son la Organización Mundial del Comercio (OMC), los tratados de libre comercio como el TLCAN o NAFTA, el ALCA, los acuerdos bilaterales, y las políticas del Banco Mundial para privatizar la tierra y convertirla en mercancía que se compra y se vende. El Banco Mundial también impulsa la privatización de hecho de todo lo que se necesita para vivir en el territorio, sea tierra, sea crédito, sea acopio, sea comercialización, sea investigación, sea extensión, sea biodiversidad, sea conocimiento, sea educación, sea salud; todo lo que se necesita para que la gente permanezca en el territorio se privatiza, que significa que la gente ya no tiene acceso a lo que se necesita para permanecer en el territorio.
Con la OMC y los tratados de libre comercio, los precios de las cosechas se caen por debajo de los costos de producción, haciendo inviable la agricultura campesina, y generando el éxodo masivo del campo. Según las ultimas cifras en México, 6,2 millones de familias campesinas han sido desplazadas del campo desde la firma del TLCAN, lo cual representa una masiva re-territorialización del campo mexicano. Es tan grave que casi se puede decir que "cuando salga el último campesino del campo mexicano, que se apague la luz," con excepción de cierto territorio aquí en el sureste mexicano. En Brasil, tomando otro ejemplo, son más de dos cientos mil familias por año las que pierden la tierra, como consecuencia de las políticas del modelo actual. Entonces, tenemos la reestructuración en el espacio de las políticas y los mercados, pero también está la reestructuración y la guerra en el territorio mismo, o sea, sobre la tierra. En este otro nivel están la militarización y la para-militarización como aquí en Chiapas.
[Un paréntesis: haciendo eco al Sup, en Chiapas se está enfrentando una oleada, una aceleración, de los ataques paramilitares, acompañados por movimientos de tropas militares como no se había visto en muchos años. Lamentablemente, gran parte de los medios de comunicación y de la intelectualidad se mantienen callados frente al inminente peligro de una nueva guerra en Chiapas. Por esto, pienso que es urgente que este coloquio haga una declaración, una denuncia, porque es mejor parar la guerra de confrontación bélica antes de que ella empiece, en lugar de estar denunciando después lo que en ella está ocurriendo.] Entonces la guerra en el territorio mismo, con los militares, los paramilitares, y la criminalización de los movimientos sociales, es por un lado una cosa muy chiapaneca, pero también es muy mundial, porque en todo el mundo está corriendo lo mismo. Esta vertiente del uso de la fuerza de la guerra, por la tierra y el territorio, va muchas veces disfrazada bajo supuestos objetivos loables. Un tema muy cercano al corazón de don Andrés, es como el Estado, en su función de administrador local para el capital transnacional, utiliza los falsos discursos ambientalistas, con la creación de las falsas reservas biológicas y naturales, en lo que es básicamente una batalla al nivel del discurso, en donde busca justificar el despojo de las poblaciones que viven en las zonas ahora declaradas reservas, frente a la opinión publica.
Si el deseo real del poder, es quitar a los campesinos y los indígenas de los recursos que son codiciados por el capital, y si nada mas lanzan con helicópteros al ejercito y a la policía militarizada contra los pueblos, diciendo que es para entregar sus recursos a la industria del turismo o a la bioprospección y biopiratería, o a las empresas madereras, la opinión pública estará en contra. Sin embrago, si primero declaran una reserva biológica, y luego acusan a las comunidades de invasores - las cuales viven ahí hace muchos años-, y de ser los agentes de deforestación y destrucción del medio ambiente, entonces ya están haciendo la jugada con la opinión pública, colocando al ejercito y a la policía como los defensores del medio ambiente, cuando en realidad están cumpliendo con el despojo capitalista para la reestructuración territorial, y nada más.
Hay otros aspectos de esta guerra en el territorio mismo. Por ejemplo, la expansión dramática de las plantaciones de soya en Sudamérica en los últimos años, en donde casi ya se puede reconstituir a varios países, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, y parte de Bolivia, en la "Nueva República de la Soya." También están las plantaciones forestales de monocultivo industrial de eucalipto y pino para las papeleras, y de palma africana y caña para el más nuevo engaño del capital internacional, que es el "bio" o agro-combustible. Más allá, están los megaproyectos, represas, canales, puertos, carreteras, aeropuertos, y desarrollos turísticos que se construyen sobre la base del despojo de las comunidades. Un caso muy fuerte tenemos en la India, el cual nos comentó un compañero luchador de la Vía Campesina en ese país que vino a Chiapas en julio del presente año, es la creación de "zonas económicas especiales," en donde se confiscan centenares de miles de hectáreas de las mejores tierras agrícolas de las comunidades campesinas, para convertir estos espacios en zonas en donde la industria y/o la agroindustria pueden trabajar exento de impuestos, y sin la influencia de los sindicatos, un poco como la zona maquiladora en la frontera entre México y Estados Unidos.
Como nos va a contar Naomi Klein en este Coloquio, ahora tenemos también "la reconstrucción" misma después de conflictos y desastres naturales, como parte de la guerra de despojo. En los ex-países socialistas de Europa, está la descolectivización, que es básicamente quitarles la tierra a los campesinos, y entregarlo a las corporaciones provenientes de Europa Occidental. Finalmente, está la pesca industrial que invade al área de pesca de los pescadores artesanales, y la contaminación transgénica que va adelante, destruyendo la misma base de la subsistencia de la gente, previo a su despojo.
Los agrocombustibles del señor Bush y del ex-compañero Lula, son el flanco mas nuevo en la guerra de despojo y por la reterritorialización sin gente. El capital financiero hoy, está desesperado por abrir una nueva oportunidad de inversión, y ahora se viste de verde para asaltar los erarios públicos de todos los países para obtener enormes subsidios, que hacen rentable lo no rentable. Este proceso representa una aceleración dramática de la agricultura industrializada de monocultivo en millones de hectáreas, un despojo masivo, que ya está empezando, de las poblaciones campesinas e indígenas, no sólo en el continente americano, sino en el mundo entero. En Indonesia, el gobierno propone duplicar el área bajo palma africana para exportar producir y exportar biodiesel, lo que significa quitarle a las comunidades campesinas como veinte por ciento de las tierras que aun les queda, solamente con este engaño.
Todo esto es la reestructuración que se hace para facilitar la libre acumulación capitalista de parte de las transnacionales y sus aliados, las elites criollas, en búsqueda de la ganancia-como dice el Sup, "siempre la ganancia. " Es sin lugar a duda una guerra de genocidio contra los pueblos rurales, de eso tenemos que estar claros, porque el producto de esta reestructuración es el campesino o la campesina sin tierra, el indígena o la indígena sin territorio, el pescador o la pescadora sin área de pesca, el pueblo forestal sin bosque, la comunidad ribereña sin río, lo cual significa la muerte para estos pueblos y su acumulo histórico y cultural . Entonces es una guerra de genocidio, y produce una agricultura sin campesinos, una pesca sin pescadores y, finalmente, una alimentación sin nutrición.
3. La resistencia y la defensa del territorio
Estamos frente a un conflicto de modelos, donde el modelo dominante de agricultura y utilización del espacio rural, que es el modelo de la muerte, está colocando en peligro de vida o muerte al modelo de la vida, que es el modelo campesino, indígena, de pescadores artesanales, pastores nómadas, y de pueblos que habitan en los bosques. Frente a esta guerra que nos están haciendo, es claro que se conforma y se reconforma la resistencia y la defensa del territorio. Como es una guerra de genocidio contra todos y todas, tanto contra campesinos con tierra como contra campesinos sin tierra, contra pueblos indígenas, pastores nómadas, pescadores artesanales, pueblos forestales, se genera una resistencia de vida o muerte entre todos estos sectores, y se presencia el nacimiento o renacimiento de toda una nueva generación de movimientos rurales de nuevo estilo.
Si comparamos los diferentes tipos movimientos rurales, el sindicato campesino gremial sería el ejemplo clásico del ciclo de capital anterior. Simplificando mucho, podemos decir que eran caracterizados por ser clientelares, por ser corporativistas, y por estar amarados a liderazgos carismáticos, individualistas y oportunistas. Pero enfrascados ya en una guerra de vida o muerte, y con la desaparición del estado de bienestar y sus recursos que se solían repartir a través de los canales de corporativismo, ya no vale este tipo de organización, ya no tiene un papel. Lamentablemente hay algunos que aun no se han dado cuenta, pero lo bueno es que hay los que si, y esto produce una nueva generación de movimientos que son menos clientelares, menos corporativistas, que tienen como principio la autonomía de los partidos políticos (los cuales son urbanos en un cien por ciento y nunca han tenido y nunca van a tener una propuesta real para el campo), son autónomos de las ONGs, autónomos de las iglesias, y en muchos casos mucho más radical, mucho más anti-sistémico, y mucho más revolucionario, y que están luchando por defender sus espacios y territorios y sus recursos, lo que significa su vida.
Una cosa interesante y paradójica, de esta nueva generación de movimientos, es que se conforman alianzas de movimientos que incluyen, por un lado, movimientos que "podrían-ser sistémicos," con movimientos que son netamente anti-sistémicos. Es irónico, pero como la guerra va contra todos y es genocidio contra todos, poco a poco se van construyendo estas alianzas. Cuando hablo de los movimientos que podrían-ser sistémicos, hablo de las organizaciones campesinas tradicionales, con su lucha histórica por precios, por créditos y apoyos, por acopio. Estas organizaciones podrían acomodarse con el sistema si fuera posible devolver el reloj para atrás. Los movimientos que son netamente anti-sistémicos son, mas emblemáticamente, el movimiento indígena, por que los indígenas jamás recibieron nada del sistema, y los Sin Tierra, porque sin cambiar el sistema jamás van a tener tierra, y los movimientos realmente revolucionarios como el EZLN. Entonces, tenemos éstas dos categorías de movimientos, que como producto de una ofensiva tan brutal, comienzan a formar alianzas. Es un proceso de poco a poco, porque hay mucha desconfianza histórica entre los dos tipos de movimientos, con muchas traiciones históricas, pero igual hay una necesidad urgente de construir esta alianza.
Observamos esto mas claramente en la Vía Campesina, que es precisamente una alianza internacional entre movimientos que podrían-ser sistémicos y movimientos que son sin lugar a duda alguna anti-sistémicos. Esto es posible porque hoy, los que podrían-ser sistémicos poco a poco están dándose cuenta de que hay que cambiar radicalmente el sistema actual para poder seguir existiendo. En ésta gran alianza que es la Vía Campesina, y que va mucho mas allá de la Vía Campesina, incluyendo a todos sus aliados actuales y potenciales, hay un proceso de intercambio de experiencias, de debates políticos, de espacios de debate político, en donde los que podrían-ser sistémicos poco a poco se van convirtiéndose en más anti-sistémicos. Es decir, la Vía Campesina, aunque a nivel nacional en muchos países se pueden identificar miembros que fácilmente podrían ser sistémicos, y miembros como el MST, que sin duda alguna son anti-sistémicos, esa alianza a nivel internacional toma una forma anti-sistémica. A tal grado de convertirse en casi la vanguardia, y no me gusta usar la palabra, de las grandes luchas internacionales en contra del neoliberalismo y la globalización. Poco a poco, las organizaciones están aceptando el discurso anticapitalista y, con permiso de Gustavo Esteva en este Coloquio, también están retomando el debate sobre el socialismo.
Esta resistencia anti-sistémica, aunque incluye organizaciones y movimientos que podrían ser sistémicos, se basa a nivel territorial en la recuperación y ocupación de tierra y territorio, y en la defensa de la misma, y en el nivel internacional de políticas y mercados, en la lucha en contra del libre comercio, la privatización, y el imperialismo. El movimiento ha logrado derrocar presidentes, sobre todo en Sudamérica, y reyes, como en el caso de Nepal hace poco; está en el intento de instalar regimenes alternativos, en Venezuela, Bolivia, Ecuador, y Nepal, o de defender regimenes alternativos, como es el caso de Cuba. Si tomamos una radiografía de todos estos movimientos y su gran diversidad en todo el mundo, podemos observar que sus tácticas van desde el cabildeo y la lucha pacífica y Gandhiana, hasta la acción muy directa. Y también se basa en la acumulación de fuerzas en los que son los espacios de la construcción real de alternativas anti-sistémicas, que es el siguiente tema.
4. La construcción real de las alternativas anti-sistémicas.
En esta sección comento algunos casos ejemplares de cómo se están construyendo alternativas reales y anti-sistémicas.
Inicio con el Movimiento de los Sin Tierra, el MST, del Brasil. Como todos saben, es un movimiento que organiza a unos de los sectores mas excluidos de la sociedad capitalista Brasileira, que son de los trabajadores rurales sin tierra y de los habitantes de los barrios de periferia - las favelas-. Ellos son organizados para la ocupación y recuperación del latifundio, de las tierras ociosas de los terratenientes, y cada vez mas, de las tierras de las empresas transnacionales y las multinacionales como lo es la Syngenta. Hoy día podemos decir que el MST ha ocupado y convertido en asentamientos campesinos un área mas grande que el país de Italia, estamos hablando de dos millones de personas. Personas y familias que estaban sin tierra, pero que ahora están participando en experiencias reales de construcción de comunidades intencionales alternativas, sobre el territorio, sobre la tierra. Están impulsando la agroecología, como instrumento de lucha y de salida, en contra del modelo dominante de la agricultura industrializada y su problemática, que es el modelo de la muerte, del uso los agroquímicos y las semillas transgénicas. Para enfrentarse al modelo dominante recurren a la agroecología en la construcción del modelo y de la matriz tecnológica alternativa.
El MST, con su lucha por la ocupación de la tierra, está logrando una cosa casi imposible, que es reconstituir la familia campesina sobre el territorio. La familia campesina, como todos sabemos, ha sido atomizada por los procesos de expulsión y migración económica a las urbes. La familia campesina perdió su espacio de estar juntos; pero en el caso de Brasil, se hace una ocupación de tierra en un nuevo territorio. Las ocupaciones son ejemplos de movilización, de organización y de solidaridad, con una identidad de clase que permite resistir los enfrentamientos y los embates de la policía, de las guardias privadas de los terratenientes; logrando así establecerse, logrando mejorar su nivel de vida, generando su soberanía alimentaria, y la reagrupación de la familia.
Muchas veces la familia nuclear se puede reconstituirse en la primera ocupación y en el primer asentamiento, pero en el caso de la familia extendida, comienzan a darse cuenta poco a poco. Que un primo, o un tío, empieza a saber del éxito de fulano, y comienza a interesarse por este movimiento, quiere estar cercano a su familiar, y cuando el movimiento organiza subsecuentes ocupaciones en la misma zona territorial, a mejor se integra para ver si también consiga su pedazo de tierra. Desde luego que las ocupaciones subsecuentes son mas fáciles, aunque no muy fáciles, porque todavía están la policía y los guardias privados y todo, pero ya hay una base de apoyo, que es precisamente el primer asentamiento, que sirve de fuente de alimentos para la nueva ocupación, mientras estén rodeados todavía por policías y bajo los ataques de los guardias. Entonces la segunda ocupación es mas fácil que la primera, la tercera mas fácil todavía, la cuarta, la quinta, etc. El profesor Bernardo Mançano, geógrafo Brasileiro, ha mostrado en mapas como se van formando manchas territoriales de reforma agraria desde abajo, en donde se reconstituyen las familias campesinas extendidas en un espacio territorial que se había perdido antes, una cosa que es muy importante para la defensa y reconquista territorial.
Un elemento muy interesante del MST es su decisión en los últimos años de llevar la ofensiva directamente al capital transnacional. Por ejemplo, el 8 de marzo del 2006, un gran movimiento de las mujeres brasileiras del MST y de otros movimientos, invadió y destruyó un enorme vivero de centenares de miles de plantas de eucalipto y pino, de una gran empresa transnacional, Aracruz, que estaba despojando a familias campesinas e indígenas de centenares de miles de hectáreas en todo Brasil. Fue una acción directamente al corazón del capital, y como tal, recibió una respuesta brutal tanto policíaca como en los medios de comunicación, ya que va directamente al corazón del modelo. También su ocupación de los terrenos experimentales la empresa Syngenta, que produce transgénicos, que fue brutalmente reprimido hace poco, con el ataque de cuarenta guardias privados armados y el asesinato de Keno, un dirigente del MST.
El MST se ha dado cuenta que solos no pueden, entonces está implementando una política de alianzas. Un ejemplo de alianzas campo-ciudad son los esfuerzos de economía solidaria, en donde un asentamiento del MST cercano a la ciudad, con su producción ecológica, trata de hacer disponibles en los barrios de la periferia o en las favelas, un producto orgánico mas barato que un producto convencional, en lugar de mas caro, que es lo mas normal. El MST trabaja en la construcción de alianzas campo-campo, en donde ha impulsado mucho la formación y fortalecimiento de Vía Campesina-Brasil, que es un conjunto de seis organizaciones rurales, a través de sus escuelas de formación de cuadros y militantes, con ya mas de quince mil militantes egresados, y ahora da la mitad de los cupos en los nuevos ciclos de formación a movimientos aliados, primero en el campo y ahora urbano también. Luego, como el compañero Ricardo Gebrim no cuenta en este Coloquio, el MST promueve los espacios y el esfuerzo de Consulta Popular y Asamblea Popular, que para mi es una especie de Otra Campaña brasileira. Inclusive vinieron compañeros y compañeras del MST aquí a México para estudiar la Otra Campaña, como un insumo en el proceso continuo de construcción de Consulta y Asamblea Popular y también, el MST está abiertamente luchando por una construcción del Socialismo en este momento histórico.
Mi segundo ejemplo es de el EZLN en Chiapas, con todo lo que significa la autonomía y la lucha por la autonomía, esta muestra viva de la autonomía y del control y de la reconstitución territorial. El territorio Zapatista ya fue desestructurado, ahora esta siendo reestructurado en los cinco territorios, los cinco Caracoles zapatistas. Estamos hablando de una experiencia única a nivel mundial de la autogestión y de la democracia realmente participativa, con las Juntas de Buen Gobierno, los municipios autónomos, y las autoridades comunitarias. Es un modelo completo, con la educación autónoma y la salud autónoma, con un alto grado de participación de las mujeres zapatistas, y también de la juventud zapatista.
Cuando estuvimos con la delegación de Vía Campesina en junio de este año, en el Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, se observo notoriamente la presencia de la juventud entre la militancia, como miembros de las Juntas de Buen Gobierno, como miembros de las comisiones de producción, las comisiones de justicia, etc. Un viejo luchador campesino de otro país, comentó que esto era lo mas increíble de su experiencia en Chiapas, porque dice, cuando uno va a ver a una organización campesina en el país que sea, lo que menos ve es a un joven o a una joven, porque todos ya se fueron del campo, pero en el EZLN no es así, y en el territorio zapatista no es así, y esto es una gran, gran contribución, es dar una esperanza a la juventud para que no se vaya.
Otro punto de gran interés en la experiencia de la autonomía zapatista es la conformación de las sociedades y cooperativas de producción agrícola, de artesanías, de transporte, y el impulso por el desarrollo de la agroecología. Entonces la autonomía zapatista realmente es un gran ejemplo para el mundo, y yo diría (siendo orgullosamente socialista), que lo que se construye aquí en Chiapas es realmente el Socialismo del Siglo XXI, si lo que define el socialismo es netamente un proceso que permite la participación del pueblo, en todos sus sentidos, es decir su base es democrática. Y está siendo construido precisamente por los menos tomados en cuenta en los socialismos anteriores, los pueblos indígenas y campesinos, y las mujeres.
Un tema clave, tanto en el caso de la Otra Campaña zapatista como para Asamblea Popular en Brasil, es el esfuerzo para encontrar "otra forma de hacer política" en el espacio nacional, y en la construcción del poder alternativo y anti-sistémico desde abajo. En todo este debate, sobre como ser anticapitalista, o como hacer la reforma agraria, fue muy importante lo que dijo el Teniente Coronel Moisés aquí en el CIDECI en julio, y lo cito textualmente:
"Con la lucha y la práctica, en el trabajo del campo, de los compañeros y las compañeras de los pueblos Zapatistas, está a la vista de cómo ser anticapitalistas. Tomar, quitar, recuperar los medios de producción y a organizarse para las decisiones y a gobernarse con ella."
Es un resumen excelente de lo que significa la experiencia de Chiapas, experiencia de un proyecto realmente emancipatorio, utilizando la terminología del amigo cubano Gilberto Valdés en este Coloquio, y Cuba es precisamente mi siguiente ejemplo.
Uno de nuestros miembros mas fuertes de la Vía Campesina, es la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba (ANAP), que ha mostrado en la Vía Campesina que el socialismo cubano es un socialismo vivo, un socialismo que se construye y se reinventa constantemente. El compañero Gilberto nos dio un ejemplo de la reinvención actual, a solicitud de Raúl Castro, de como toda la población propone soluciones a los problemas. Específicamente en el tema del campo, el ANAP como miembro de la Vía Campesina, como movimiento social cubano, ha sido fundamental en una reterritorialización del campo cubano, que ha pasado de la finca estatal, en la época del ciclo previo de la economía mundial, a una etapa de re-campesinazición del campo cubano, en lo que se llama el Movimiento Agroecológico "de Campesino a Campesino," de producir alimentos buenos, sanos y ecológicos. Estudios realizados sobre el ingreso campesino, bajo el nuevo modelo cubano, arrojaron que los campesinos cubanos producto de sus procesos productivos tiene una margen económica muy superiores al salario que es asignado por el Estado a la Ministra de Agricultura.
Hace poco un dirigente agrícola cubano me dijo —"¿No notaste chico, cuando llegaste en avión, un montón de piscinas, albercas nuevas, cerca del Aeropuerto?" Y dice, "¿Oye chico, que cosa es esa, las albercas campesinas?" Dice que ya que el campesino, ganando tanto en el nuevo modelo cubano, compró el coche, tiene los aparatos electrodomésticos en la casa, y quizás ya construyó otra casa en la ciudad para la hija que estudia en la universidad, que más le falta? Entonces, ahora ya está de moda la construcción de albercas campesinas. Dice, "no como las albercas del turismo, pero sí albercas". En la periferia de La Habana está de moda la piscina campesina. Para mi, así es como debe ser el mundo, que los que tengan acceso a las piscinas en el calor de La Habana, ¿por qué no sean los campesinos y las campesinas, quienes laboran bajo el sol directo?, me parece muy justo. Entonces, Cuba y el caso de la organización campesina cubana, es otro ejemplo muy importante de alternativas anti-sistémicas.
Otro caso, es Indonesia, en donde está la coordinación global de la Vía Campesina, en manos de la Federación de Sindicatos Campesinos de Indonesia (FSPI). Esta organización, que se reconstituye o constituye solamente después de la caída de la dictadura hace muy pocos años, ha logrado ya recuperar, a través de las ocupaciones, más de un millón de hectáreas de tierra, 50% proveniente de las grandes plantaciones de las transnacionales de hule y palma africana, 30% de las plantaciones forestales como la Mitsubishi, y el resto de una mezcla de tierras públicas y de desarrollos turísticos. Un caso muy criticado pero muy importante es el de Zimbabue en Africa. En Zimbabue hay un movimiento campesino legítimo, que se llama los "Veteranos de la Guerra." Fue la población campesina que luchó en la guerra por la independencia, pero por traición de los Estados Unidos y Gran Bretaña en las negociaciones de la Casa Lancaster, nunca se hizo la reforma agraria prometida en la lucha anticolonial. En los últimos años, a través de ocupaciones masivas de tierra, y con un gobierno que puede ser criticado por varias cosas, pero un gobierno que aceptó y aprobó y legalizó esto, se ha hecho la más grande transferencia de tierra y territorio de manos de productores grandes, en este caso blancos, aliados con el capital internacional, a manos campesinos en el mundo entero. Estamos hablando de once millones de hectáreas que en pocos años han pasado a manos campesinas. Es terrible como los medios de comunicación internacional demonizan las ocupaciones de tierra en Zimbabue, y las confunden totalmente con las aspiraciones políticas de un presidente. Realmente es deslegitimar algo que es sumamente legítimo, y que es un ejemplo para el mundo entero, de la masiva reterritorialización campesina, en esta guerra por la tierra y el territorio.
Mi último ejemplo es de Paraguay, donde el movimiento campesino paraguayo, que es un paraguas de varias organizaciones, casi todo del pueblo guaraní, en los últimos años, frente al régimen quizás más represivo de América Latina-con la posible excepción de Colombia-ha logrado conquistas enormes a través de las ocupaciones de tierra, centenares de miles de hectáreas de tierra. De este y otros ejemplo, surge una consigna de la Vía Campesina: "La Reforma Agraria Viene de Regreso."
Hay muchísimos más ejemplos, que demuestran que esta guerra no es una guerra que solamente la está ganando el capital internacional, que demuestran que hay ejemplos exitosos de contraataque, y hasta de contra-ofensiva de los movimientos anti-sistémicos y de la construcción de alternativas reales anti-sistémicas desde abajo, y a la izquierda.
5. La lucha al nivel internacional
El último tema que quiero desarrollar es la de la lucha internacional. Como va evolucionado el mundo, para cada pueblo y en cada país, cada vez mas el enemigo es el mismo, y muchas veces reside fuera de las fronteras nacionales, se hace cada vez más necesario luchar desde lo local hasta lo internacional. Esto requiere realizar acciones conjuntas, como en Cancún en 2003, aquí en México, donde el compañero coreano Lee Kyung-Hae dio su vida por la lucha campesina internacional, o en Quito en 2002 contra el ALCA, o en Mar de Plata y Hong Kong en 2005, etc., y también requiere espacios conjuntos de debate y de intercambio de experiencias.
Hemos visto que el intercambio de experiencias es muy útil e importante para fortalecer los movimientos. Un ejemplo fue la visita hace poco de una delegación de campesinos indígenas de Guatemala a Cuba, para conocer la experiencia de la ANAP con campesinos insertos en la experiencia agroecológica de Campesino a Campesino. Es interesante porque lo que para el cubano o la cubana parece ser cotidiano, y a lo mejor no tan gran cosa, para la gente que viene de casi cualquier otro país de América Latina, parece como morirse e ir al cielo. Para los que piensen que en Cuba no se permite la crítica, o algo así, se notaba fácilmente que la población cubana, como en cualquier otro país, critica las cosas que se deben criticar en su país. Pero decían los indígenas guatemaltecos, "Que raro que hagan tanta crítica, porque ¡esto es increíble! Todos los campesinos tienen tierra, tienen escuelas rurales, tienen electricidad rural, tienen clínicas rurales." O sea, era como que se había encendido el foco de que hay que levantar el horizonte de lucha, como dice Ricardo, y aspirar a cosas mucho más grandes. Claro, empieza con la conquista de la tierra, pero como dijo aquí el Tnte. Coronel Moisés, y como ha dicho Fidel en muchas ocasiones, tampoco es solamente la reforma agraria, sino es también la construcción de escuelas, de clínicas, de centros de cultura, de vivienda, etc., en el campo. Y en eso Cuba es una gran experiencia.
Otros intercambios notables son por ejemplo el intercambio entre el MST de Brasil y el Movimiento de los Pueblos Sin Tierra, LPM, de Sudáfrica, un movimiento totalmente reprimido y con un gobierno al servicio del gran Capital y sus transnacionales. O unos dos casos muy lindos y muy cercanos aquí a Chiapas, que tiene que ver con un movimiento que se llama la Asamblea de los Pobres en Tailandia. Ellos participaron en los intercambios aquí en Chiapas y para ellos fueron una maravilla dos elementos de la experiencia zapatista. Uno es el caso, aunque no fueron finalmente ahí, pero se les comentaron, de la reserva natural alternativa en Huitepec, la reserva biológica zapatista. Ellos igual que en Chiapas enfrentan el falso ambientalismo, en donde para hacer el despojo a las comunidades que viven en los bosques, se declaran falsos parques nacionales y luego acusan a las comunidades de tumbar unos árboles que ellos mismos habían sembrado. Es lo mismo que aquí en Chiapas, y ellos se sientan arrinconados, reprimidos por los guarda bosques, y realmente sin una visión de cual podría ser una salida política ante la opinión publica para reorganizarse y acumular fuerza. Entonces ellos dijeron "¡jua!" con esta experiencia de la reserva de Huitepec. Fue tremendo porque precisamente aquí está la batalla discursiva frente a la opinión publica, que explique hace poco, en donde el gobierno declara el parque nacional para legitimar el despojo, pero declarando la reserva zapatista se revela lo falso de las reservas oficiales, porque ahí ocurre la tala de bosques ilegal con la paga de mordidas, y ocurre la biopiratería. Es declarar la reserva popular en donde no se permita el abuso real de los recursos naturales, en donde los pueblos campesinos son los guardianes de los bosques, y les pareció muy bueno y van hacer lo mismo en Tailandia. Lo otro es que dos de los compañeros que llegaron en julio, compañeros campesinos, uno indígena y otro no indígena, y que viven en lugares muy lejanos entre si en Tailandia, ahora se han dado a la tarea de conformar Juntas de Buen Gobierno y Caracoles entre sus comunidades, en sus regiones de Tailandia, y los tres tailandeses que vinieron aquí están escribiendo un libro que va a ser publicado por la Asamblea de los Pobres como panfleto de educación político interno.
Entonces, hay una gran resistencia en esta guerra, una resistencia con sus derrotas pero también con sus victorias, en donde los unos aprenden de los intercambios con los otros. Esta gran guerra que trae esta ofensiva del capital sobre la tierra y territorio es terrible, es una guerra de genocidio, pero también tiene su respuesta de parte de los movimientos sociales, los movimientos anti-sistémicos, con la lucha local, nacional e internacional, el intercambio de experiencias en la construcción de alternativas. Entonces podemos decir que todavía no hemos perdido la guerra, y en la medida que logremos que los movimientos sociales construyan éstas alianzas, si podemos aun ser victoriosos.
Fuente: Red de Investigación-Acción sobre la Tierra
domingo, 26 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario