Por Patricia Grogg
LA HABANA, 15 abr (IPS) - Inmerso como está en sus propios problemas, Estados Unidos tiene poco que ofrecer a América Latina, coincidieron expertos cubanos en vísperas de una nueva cumbre continental en la que participará por primera vez el presidente de ese país, Barack Obama.
En cuanto a Cuba, único país excluido de la V Cumbre de las Américas prevista del viernes al domingo en Trinidad y Tobago, no se prevén más novedades que las ya ofrecidas por Obama el lunes al levantar las restricciones impuestas a los inmigrantes cubanos residentes en Estados Unidos para viajar o enviar remesas de dinero a esta isla caribeña.
"Obama sabe que los latinoamericanos y caribeños están en contra del embargo (impuesto por Washington a Cuba hace casi cinco décadas), que la isla está menos aislada que nunca, sus relaciones con la Unión Europea (UE) son mejores que hace cinco años y son óptimas con China y Rusia", dijo a IPS Rafael Hernández, politólogo y editor de la revista teórica Temas.
No obstante, algunos mandatarios ya anunciaron que pondrán sobre el tapete el caso Cuba y pedirán explicaciones por la ausencia de esta nación caribeña en la cita. "Esa será una de las primeras preguntas que desde ahora resonarán en (la isla) Trinidad", advirtió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Este gobernante, quien el viernes se entrevistó en La Habana con los hermanos Fidel y Raúl Castro en el marco de una visita de 30 horas, convocó en Venezuela a una Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que agrupa a Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela. Ese encuentro, previsto para este jueves, permitiría a los miembros de este bloque nacido en 2004, preparar una postura conjunta ante la cita americana de Puerto España. Según Chávez, a la cumbre del ALBA fueron también invitados los presidentes Fernando Lugo, de Paraguay, y Rafael Correa, de Ecuador, Los mandatarios Daniel Ortega, de Nicaragua, y Evo Morales, de Bolivia, ya han anunciado que pedirán el cese del bloqueo estadounidense a Cuba en la Cumbre.
En tanto, otras autoridades continentales han tomado nota de que la suspensión de Cuba de la Organización de Estados Americanos, desde 1962, es una anomalía que debería ser "corregida".
Para especialistas en La Habana, el mandatario estadounidense podrá responder a cualquier demanda sobre Cuba que su decisión de abrir las puertas para que los cubano-americanos viajen libremente y envíen remesas sin límites a sus familiares en la isla "expresa una voluntad política de cambio de su parte".
"Probablemente intente poner la bola del lado cubano y quizás reitere que los cambios futuros dependen de los cambios en Cuba", apuntó Hernández.
"No creo que pase nada más, ni que los latinoamericanos vayan más allá de donde ya están, ni tengan capacidad para influir en un cambio o para intermediar entre los dos países", añadió. A su vez, Luis René Fernández, subdirector del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (Cehseu), advirtió que aun en las actuales condiciones de crisis, Estados Unidos "no es propenso a subordinarse al contexto regional o internacional" y una expresión clara es cómo no impactan en su percepción las votaciones en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Habana llevó por primera vez su demanda de cese del embargo a la ONU en 1992, con una resolución que aprobaron sólo 59 países. Al cabo de 17 años y sucesivas votaciones, la condena de la comunidad internacional es casi unánime.
Para Fernández, hay que tener en cuenta que con vista a la Cumbre existen temas importantes como los impactos de la crisis, los problemas del ambiente y el cambio climático, así como los precios de las materias primas y la seguridad alimentaria, que si se les diera una respuesta "sería de gran valor".
"Pero no debe esperarse mucho. La solución de los problemas de América Latina y el Caribe está más bien en aprovechar el balance de fuerzas y buscar con el resto del mundo un equilibrio beneficioso y favorable a sus intereses y no subordinado a Estados Unidos", consideró.
Al respecto, el director de Temas recalcó que Obama no tiene capacidad para ofrecer apoyo en ninguno de los problemas de la región verdaderamente graves, como son la pobreza y la desigualdad creciente, conflictos fronterizos, altos costos de la energía y, por encima de todo, la contracción que conlleva la crisis económica y la recesión.
"El mandatario estadounidense tiene las manos llenas con su propia crisis financiera. Iraq, Afganistán, Irán y hasta Corea del Norte son más importantes que América Latina", advirtió este experto, que considera infundada la mera insinuación de que el conflicto entre su país y Estados Unidos no se ha resuelto porque se ha saboteado del lado cubano
"Cuba siempre ha respondido positivamente a las propuestas de diálogo de Estados Unidos y el presidente (cubano) Raúl Castro lo ha reiterado en los últimos tres años", dijo Hernández, quien recordó además que su país no vive en una "urna de cristal" y los desafíos que se derivan de una relación más normal con el gran vecino ya están presentes.
"No creo que el efecto social e ideológico de los ciudadanos norteamericanos viajando legalmente a Cuba sea más negativo que el de los turistas de Italia o España, dijo el experto, que dudó, además, que "una relación más normal" sea la panacea, a menos que Washington "renuncie a influir en el destino político de Cuba", escenario que consideró improbable. (FIN/2009)
jueves, 16 de abril de 2009
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