Por Marcela Valente
BUENOS AIRES, 29 sep (IPS) - El cambio climático exacerba la degradación de los suelos, pero si se hace un uso sustentable de ellos se puede, en cambio, contribuir a mitigar el recalentamiento global, dijeron participantes en la capital argentina de la conferencia de la ONU contra la desertificación.
Como instancia previa a la llamada Cumbre del Clima a celebrarse en diciembre en Copenhague, representantes de 193 gobiernos se reúnen esta semana en Buenos Aires en la Novena Sesión de la Conferencia de las Partes (COP 9) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.
"A partir de ahora será difícil hablar de cambio climático sin hablar de la necesidad de recuperar el suelo", declaró la titular de la cartera de Medio Ambiente y Turismo de Namibia, Netumbo Nandi-Ndaitwah, tras el segundo día de discusión del grupo de alto nivel de la COP 9, integrado por ministros de los países partes y funcionarios internacionales.
Los asistentes a esta novena sesión, que se extenderá hasta el viernes, debatieron acerca del papel que jugarán las tierras en las negociaciones sobre nuevas medidas para mitigar el cambio climático que se analizarán en Copenhague. En ese sentido, Nandi-Ndaitwah indicó que "nunca hubo un vínculo tan claro entre cambio climático y degradación como el que hay ahora, con pruebas científicas".
De todos modos, los delegados de América Latina y África defendieron la particularidad de la Convención sobre Desertificación, que tiene un mandato distinto al de su similar de cambio climático. "Lo que debemos hacer es buscar sinergias, ver como complementarnos para satisfacer nuestros objetivos", subrayó la ministra.
La cita de alto nivel fue inaugurada por el secretario ejecutivo de la Convención, el beninés Luc Gnacadja, quien remarcó que el manejo sustentable del suelo debe ser parte de las negociaciones de Copenhague. "El carbono en la atmósfera es un contaminante, pero en tierra es un ‘commodity’ (producto básico), un bien común", señaló.
En este sentido, Gnacadja leyó a los delegados un mensaje del secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ban Ki-moon, quien sostuvo la necesidad de "tomar en cuenta el intrínseco vínculo entre desertificación, degradación de la tierra y cambio climático".
"El manejo sustentable de la tierra puede hacer una contribución critica a través del secuestro de carbono y la restauración de la vegetación", apuntó Ban, para luego agregar que "la agenda de la tierra debe ser parte de Copenhague". Para ello animó a los representantes de los países a que sus deliberaciones sean una guía para los delegados de la Cumbre del Clima.
La degradación de los suelos, provocada por efectos climáticos y también por la actividad humana, afecta a más de 2.000 millones de personas en distintas parte del mundo.
En América Latina y el Caribe, 25 por ciento de las tierras están degradadas, y estos procesos acentúan la pobreza, el hambre y las migraciones.
Según los estudios científicos, la agricultura intensiva, la deforestación y la degradación de los suelos son fuente de producción de gases de efecto invernadero que provocan el recalentamiento de la atmósfera. En cambio, la rehabilitación de suelos degradados a través de su manejo sustentable podría contribuir a fijar ese carbono en la tierra.
Por el contrario, si la degradación sigue expandiéndose y provocando pérdida de productividad, emigraciones e inseguridad alimentaria, el cambio climático, con su impacto en sequías más intensas y prolongadas en zonas secas exacerbara el problema de la pobreza y el hambre, señalan los estudios.
En dialogo con IPS, la directora del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques, Jan McAlpine, que participo de la cumbre, consideró que "la cuestión de la tierra tiene un papel que jugar en las discusiones sobre cambio climático definitivamente", pero advirtió que el tema "es complejo".
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación no se limita a los aportes que pueda hacer el suelo como fijador de carbono sino que trabaja además en el cuidado de la biodiversidad, el agua y el bienestar de la gente que vive en ecosistemas frágiles como son las tierras áridas.
"Un manejo sustentable del bosque debe hacerse a partir de un gran número de convenciones y acuerdos", dijo.
Finalmente, los delegados discutieron la necesidad de aumentar el flujo de recursos para el combarte contra la degradación de suelos. En este sentido, señalaron que se requiere un mayor compromiso financiero para los proyectos de rehabilitación de suelos que, según algunos delegados, podrían provenir de la Convención Marco sobre Cambio Climático.
Los países industrializados consideran que un modo de cumplir los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, a los que los obligue la Convención de Cambio Climático, es la reforestación, y estos proyectos pueden contribuir a recuperar las tierras degradadas. (FIN/2009)
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